Tú eres mi hijo

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Título original:

You Are My Son

Contenido del libro:

El autor de Hebreos llama a Dios «Padre» sólo dos veces en su sermón. Este hecho podría explicar la escasa atención prestada por los eruditos a la dinámica familiar que recorre toda la carta.

Peeler argumenta, sin embargo, que al articular Dios su identidad como Padre al hablar de las Escrituras de Israel al principio y al final de su sermón, el autor establece un marco familiar en torno a toda su exhortación. El autor enriquece la imagen de la familia de Dios presentando continuamente a Jesús como el Hijo de Dios, al público como los muchos hijos de Dios, las bendiciones que Dios concede como herencia y las pruebas que Dios permite como pedagogía. La recurrencia del tema confluye en una poderosa realidad ontológica para el público: como Dios es el Padre de Jesucristo, ellos también son hijos de Dios.

Pero incluso más que el modelo de filiación, la relación de Jesús con su Padre garantiza que los hijos de Dios resistirán la carrera de la fe hasta llegar a la meta, porque son parte integrante de la herencia global prometida por su Padre y asegurada por su obediencia. Gracias a la relación familiar entre Dios y Jesús, los destinatarios de Hebreos -los hijos de Dios- pueden permanecer en la casa de Dios para siempre.