Puntuación:
El libro explora la evolución de la legislación estadounidense en materia de moralidad sexual y censura desde la restrictiva época victoriana hasta los puntos de vista más modernos de mediados del siglo XX, detallando las principales batallas legales y los cambios culturales.
Ventajas:La erudición es cuidadosa y clara, haciendo accesibles casos legales complejos. Ofrece una visión fascinante de figuras y acontecimientos influyentes, y está meticulosamente investigado, proporcionando argumentos matizados y coloridos sobre la cultura y el derecho.
Desventajas:En las reseñas no se mencionan contras significativas; sin embargo, algunos lectores podrían encontrar menos atractivo el enfoque en casos jurídicos históricos si buscan una narrativa más personal.
(basado en 3 opiniones de lectores)
Dirty Works: Obscenity on Trial in America's First Sexual Revolution
Un rico relato de la Nueva York de los años veinte a los cincuenta, protagonizado por una ecléctica mezcla de iconos como James Joyce, Margaret Sanger y Alfred Kinsey, todo ello liderado por un héroe anónimo de la libertad de expresión y los derechos reproductivos: Morris L. Ernst.
A principios del siglo XX, Estados Unidos estaba experimentando un despertar. La moralidad de la era victoriana estaba siendo desafiada por la introducción del modernismo sexual y los derechos de la mujer en la cultura popular, las artes y la ciencia. Ambientada en esta primera revolución sexual, cuando los abogados de mentalidad libertaria derrocaron el yugo de las leyes contra la obscenidad, Dirty Works se centra en una serie de importantes casos judiciales representados todos ellos por el mismo abogado: Morris L. Ernst.
Entre los clientes de Ernst figuraba un elenco de literatos y activistas sexuales europeos y estadounidenses, como Margaret Sanger, James Joyce y Alfred Kinsey. Todos ellos, junto con un variopinto elenco de propietarios de teatros de burlesque y dependientes de librerías, se habían enfrentado a duras leyes contra la obscenidad y se convirtieron en actores del teatro legal de Ernst, que finalmente obligó a la ley a reconocer el derecho de las personas a consumir libremente los medios de comunicación. En este libro, Brett Gary recupera al críticamente olvidado Ernst como el más importante defensor legal de la expresión literaria y los derechos reproductivos a mediados del siglo XX. Cada capítulo se centra en uno o más juicios clave de la notable carrera de Ernst en su lucha contra la censura y las leyes de obscenidad, utilizándolos para contar una historia más amplia de los cambios culturales y los conflictos en torno al sexo, la moralidad y los ideales de la libertad de expresión.
Dirty Works sienta las bases jurídicas y culturales de la revolución sexual de los años sesenta y posteriores. En la segunda mitad del siglo, los tribunales contaban con un poderoso corpus de precedentes, muchos de ellos debidos a los éxitos judiciales de Ernst, que reconocían los intereses de los adultos en la sexualidad, las necesidades de las mujeres de control reproductivo y la legitimidad de la investigación sexual. El legado de este importante, pero en gran medida no reconocido, momento de la historia estadounidense debe tenerse en cuenta en nuestro contencioso presente, ya que muchas de las cuestiones que Ernst y sus colegas defendieron siguen siendo objeto de ataques ocho décadas después.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)