Todo el mundo muere: Y sí, es normal

Título original:

Everyone Dies: And Yes, It is Normal

Contenido del libro:

Todo el mundo muere (y sí, es normal) es una historia sobre un niño llamado Jax que encuentra algo especial en la playa donde él y su abuelo Pops están disfrutando de un día maravilloso. Pops ayuda a Jax a entender que la muerte es una parte normal de la vida.

Este libro ofrece una forma cómoda, no terrorífica y apropiada para su edad de introducir el importante tema de la mortalidad a un niño en edad preescolar. Su sencilla explicación durará toda la vida.

Si tenéis hijos, es posible que alguna vez os hayan preguntado por la muerte. Su primer pensamiento puede haber sido: "¿No preferirías saber de dónde vienen los bebés? "porque ésa podría ser una conversación mucho más fácil.

Entender que todo el mundo muere -y por qué- es un regalo que podemos hacer a los niños para que aprendan que la muerte es normal. Antes, los niños veían nacer y morir casi a diario porque vivían muy cerca de esos acontecimientos. Ahora ya no es así. Tengo un amigo que acaba de cumplir 70 años y cuyos padres siguen vivos; no fue hasta mediados de los sesenta cuando experimentó la muerte de un ser querido.

Igual que todos nacemos, todos morimos. Morir es una parte normal de la vida, y seremos testigos de ello antes de nuestra propia muerte. Normalizar la muerte, como se hace en este cuento, ayuda a disminuir el miedo a la mortalidad. Este libro puede ayudar a un niño a desarrollar una comprensión sencilla y verdadera del morir y de la muerte.

-Marianne Matzo, PhD, FAAN.

Cuando tenía unos cinco años, me sacaron de casa y me zarandearon entre vecinos y familiares durante más de un año. Oí decir a los adultos que mi madre se estaba muriendo y esa idea me pareció aterradora y confusa. Nadie me explicaba lo que estaba pasando, probablemente porque no sabían cómo hacerlo.

Espero que este libro dé a los padres las palabras que necesitan para abrir esta discusión, y para ayudar a sus hijos a entender este "hecho de la vida". Estarán mejor preparados para afrontar lo inevitable.

Irónicamente, mamá se recuperó y vivió hasta los 86 años. )

-Darlene Domanik.