Todas las mañanas los cuervos

Título original:

All Morning the Crows

Contenido del libro:

Poesía. Estudios sobre la mujer. Kearney recurre a su agudo poder de observación, a su viva curiosidad y a su don para las imágenes preciosas para llevarnos a un viaje de exploración personal, descubrimiento y reconciliación. Sorprendentes poemas unen los mundos paralelos pero discretos de los humanos y los pájaros, que se hablan a través del abismo que los separa. Con un conocimiento de las aves y su comportamiento suficiente para satisfacer incluso al observador de aves más exigente, pero sin alienar nunca al observador casual, con ingenio, musicalidad y su mirada inquebrantable, Kearney nos ofrece un libro que no querremos que termine nunca, cuyo tema es la obra en curso que es la vida y sus abundantes misterios.

Este libro va mucho más allá del tratamiento metafórico de las aves y sus hábitos. En lugar de ello, sus diferentes características constituyen un punto de partida para una mitología de la personalidad, una lente a través de la cual examinar y afrontar una historia personal. El catálogo de pájaros ilustra cómo la casualidad y la especulación determinan quién es ella. Intraducible y misteriosa como cualquier mitología, la variada historia de un yo cambiante se acumula en estos poemas inventivos, cargados y a menudo extáticos. Los poemas de Meg Kearney deleitan y complican a la vez: en el fondo, un espíritu tan incognoscible y evocador como los propios pájaros. --Cleopatra Mathis.

Con la muerte de sus padres como telón de fondo, el trauma de las Torres y la duda omnipresente sobre sí misma, una joven mujer traza su historia de vuelo, ofreciendo una narración de desamor empalmada con humor y filtrada a través de los estridentes conjuntos de pájaros que la habitan, "cantando en la jaula que forman mis huesos". Si los pájaros proporcionan música ("A ella sólo le gusta decir graznido, una palabra que te rompe los nudillos") y sustento espiritual ("El alma es un gorrión"), también permiten a la narradora negociar su hábitat: "La semilla de pájaro está en tu pelo", dijo mi madre, "alcanzándome". Meg Kearney ha creado un deslumbrante libro de transformaciones personales, conmovedor y memorable. --Michael Waters.