Toda Rusia arde: Una historia cultural del fuego y los incendios provocados en la Rusia imperial tardía

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Título original:

All Russia Is Burning!: A Cultural History of Fire and Arson in Late Imperial Russia

Contenido del libro:

Los incendios rurales fueron un azote aún más persistente que el hambre en la Rusia imperial tardía, como muestra Cathy Frierson en este primer estudio exhaustivo. Destruyendo propiedades por valor de casi tres mil millones de rublos en la Rusia europea entre 1860 y 1904, los incendios accidentales y provocados actuaron como freno al desarrollo económico de Rusia, al tiempo que sometían a los campesinos a perennes sacudidas a su condición física y emocional. La cuestión de los incendios captó la atención de los rusos educados y progresistas, que llegaron a percibirla como un obstáculo clave para que Rusia se convirtiera en una sociedad moderna según el modelo europeo.

Utilizando fuentes que van desde representaciones literarias y artículos periodísticos hasta tablas estadísticas y registros judiciales, Frierson demuestra los múltiples significados que tenía el fuego tanto para los campesinos como para la élite culta. Para los campesinos, era una fuente esencial de luz y calor, así como una fuerza destructiva que prendía fuego regularmente a sus estrechas aldeas de chozas de madera con tejados de paja. En ausencia del imperio de la ley, a menudo utilizaban los incendios provocados para obtener justicia o venganza, o para ejercer control social sobre quienes violaban las normas de la aldea. Frierson demuestra que la inmensa mayoría de los incendios provocados en la Rusia europea no eran actos de protesta de campesinos contra la nobleza, sino actos de autoayuda de campesinos contra campesinos o simple rencor.

Tanto el Estado como los progresistas individuales se propusieron resolver la cuestión de los incendios y educar, engatusar o coaccionar al campesinado para que se incorporara al mundo moderno. Los seguros contra incendios, los códigos de construcción, el trazado científico de las aldeas y las brigadas de bomberos voluntarios redujeron el número medio de edificios consumidos en cada incendio, pero ninguna de estas medidas consiguió frenar el número de incendios anuales.

Más que cualquier otra cosa, esta historia del fuego y los incendios provocados en la Rusia rural europea es una historia de sus significados culturales en la campaña imperial tardía hacia la modernidad. Frierson muestra las asociaciones especiales de las mujeres con el fuego en la vida rural y en la comprensión elitista del fuego en el campo ruso. Su estudio de la cuestión del fuego demuestra tanto la intervención de los campesinos en la lucha contra el fuego como la convicción cada vez más firme de los rusos cultos de que los campesinos se interponían en el camino de la llegada de Rusia a la compañía de las naciones prósperas, racionales y civilizadas.