Desde el día siguiente al armisticio, aparecieron muchas historias para demostrar que el gobierno francés era en gran parte responsable de la guerra; si hubiera sido menos belicista, se decía, podría haberla evitado. Se contó, con muchos detalles, exageraciones y mentiras, la historia de los Consejos de Ministros en los que se puso de manifiesto este deseo de guerra.
Estas historias pregonadas se utilizaron para influir en la opinión pública: Los primeros estruendos de la tormenta polaca estaban ya en el horizonte... La máquina estándar para aplastar el universo se ponía implacablemente en marcha... Todo esto dio al ministro de Asuntos Exteriores la oportunidad de probar su resistencia al vértigo que arrastraba a un pueblo ciego hacia un destino sin precedentes...
Los aparatos telefónicos zumbaban en todas las capitales. Las mentiras flotaban en el aire como relámpagos antes de una tormenta...
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)