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Nuestros océanos siguen siendo un mundo por descubrir, apenas explorado o comprendido, un abismo de conocimientos desconocidos que la ciencia nunca llegará a desentrañar del todo. Apenas hemos arañado la superficie en ese sentido. No nos atrevemos a especular con que los humanos hayamos entrado en contacto o hayamos descubierto todas las especies o formas de vida que habitan las vastas aguas de este planeta que llamamos Tierra.
¿Qué hizo que esta orden de terror dominante, hasta ahora desconocida, posiblemente procedente de las profundidades sin fondo del océano Atlántico, abandonara su hábitat? Se podría especular con numerosas hipótesis: Una fisura, o abertura, en las profundidades de la Tierra causada por un maremoto o un desplazamiento geológico del fondo del océano que abre un paso desde algún mundo submarino no revelado. Agotamiento de la alimentación. Condiciones atmosféricas. Cualquier fenómeno inexplicable.
¿Explica esto las extrañas historias y desapariciones que han asolado nuestros mares a lo largo del tiempo? Este nuevo mal mata por la emoción de matar, aniquilando todo a su paso. Han reclamado el lugar que les corresponde en la cima de la cadena alimentaria de nuestros mares, dando caza a todo aquel que osa adentrarse en sus dominios.
La humanidad aún no ha probado toda su furia. Que el cielo nos ayude...
Hasta mediados del siglo XVI, el temible monstruo...
De las profundidades que hoy conocemos como el tiburón fue conocido por primera vez.
Como la palabra española Tiburón.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)