Theremin: Música etérea y espionaje

Opiniones de los lectores

La biografía de Leon Theremin escrita por Albert Glinsky es una exploración detallada de la vida del inventor, sus importantes contribuciones a la música electrónica y el espionaje, y los contextos históricos en los que vivió. El libro está bien documentado y presenta un complejo retrato de Theremin y de las turbulentas épocas que atravesó, como la Rusia estalinista y la Guerra Fría. Los lectores lo encontrarán fascinante e informativo, pero a veces empantanado por un exceso de detalles.

El libro está minuciosamente documentado y ofrece una narración absorbente sobre una figura fascinante de la música y la tecnología. Glinsky es elogiado por su capacidad para explicar con claridad temas complejos. Los lectores aprecian su visión tanto de la historia de la música electrónica como del panorama geopolítico de la época. A muchos les pareció un libro inspirador y un gran recurso para comprender los inventos de Theremin y su impacto.

Algunos críticos señalan que el estilo de redacción puede ser árido y excesivamente detallado, lo que hace que la lectura resulte lenta. También se critica que se haga demasiado hincapié en el anticomunismo y la historia política en detrimento del carácter personal de Theremin. Además, algunos encontraron inexactitudes en los detalles históricos y el vocabulario que restaron valor a su experiencia de lectura.

(basado en 28 opiniones de lectores)

Título original:

Theremin: Ether Music and Espionage

Contenido del libro:

Genio creativo e inventor prolífico, Leon Theremin inauguró casi en solitario el campo de la música electrónica en 1920. El theremin, el único instrumento musical que se toca sin ser tocado, causó sensación en todo el mundo y allanó el camino para el sintetizador moderno. Pero el sonido de otro mundo que cautivó a millones de personas fue sólo una parte de la épica vida de Theremin.

Como científico soviético, Theremin puso su vida y su trabajo al servicio del espionaje de Estado. Destinado en los Estados Unidos de la era de la Depresión, trabajó en los motores del comercio capitalista mientras transmitía datos sobre la tecnología industrial estadounidense al aparato soviético. Tras su repentina desaparición en 1938, Theremin se esfumó en la maquinaria de inteligencia soviética ultrasecreta y se le dio por muerto durante casi treinta años. Utilizando la misma tecnología que dio origen al theremin, diseñó dispositivos de escucha y otras maravillas electrónicas, como un primer televisor y dispositivos multimedia que se anticiparon en décadas al arte de la performance y la realidad virtual.

La biografía de Albert Glinsky sitúa al inventor en acontecimientos mundiales que van desde la Revolución Rusa hasta la perestroika, pasando por la Guerra Fría. A lo largo de toda la biografía, Glinsky entreteje caprichos y traiciones en un asombroso drama sobre las lealtades ocultas de un hombre, sus motivaciones contradictorias y su espíritu irrefrenablemente creativo.