The Putin Predicament: Problems of Legitimacy and Succession in Russia
Utilizando como fuente principal los principales discursos públicos del presidente ruso, Bo Petersson analiza las estrategias de legitimación empleadas durante el tercer y cuarto mandato de Vladimir Putin. El argumento es que estas estrategias se han basado en la mezcla altamente personalizada de Putin de proyección de imagen de hombre fuerte y presentación como la encarnación del mito de la gran potencia rusa. Putin aparece como el único garante creíble frente a una renovada debilidad, el caos político y la injerencia del exterior, en particular de Estados Unidos.
Tras una primera crisis profunda de legitimidad manifestada por las protestas masivas de 2011-2012, la anexión de Crimea provocó un prolongado aumento de las cifras de popularidad de Putin. El libro analiza cómo, en 2021, el efecto Crimea está desapareciendo y la autoridad carismática de Putin se ve cada vez más cuestionada por la oposición de Alexei Navalny, los efectos de reformas impopulares y la mala gestión de la pandemia COVID-19.
Además, Rusia está abocada a una crisis de sucesión, ya que la legitimidad del sistema político sigue basándose en las características personales y el carisma de Putin, ahora aparentemente en declive, y no se ha permitido que ningún heredero potencial ocupe el centro del escenario. La reforma constitucional del verano de 2020 hizo posible, en teoría, que Putin continuara como presidente hasta 2036. Sin embargo, este cambio no abordó el dilema fundamental del futuro liderazgo del sistema político ruso.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)