The Plain and Noble Garb of Truth: Nationalism & Impartiality in American Historical Writing, 1784-1860 (La verdad simple y noble: nacionalismo e imparcialidad en la literatura histórica estadounidense, 1784-1860)

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Título original:

The Plain and Noble Garb of Truth: Nationalism & Impartiality in American Historical Writing, 1784-1860

Contenido del libro:

Según Eileen Ka-May Cheng, los historiadores estadounidenses de la primera época nacional se enfrentaron a la objetividad, la profesionalidad y otras cuestiones "modernas" en mayor medida de lo que reconocen sus sucesores de generaciones posteriores. Sus extensas lecturas de los historiadores anteriores a la época de la independencia muestran que en la década de 1820, un pequeño pero influyente grupo de profesionales había comenzado a desarrollar muchas de las doctrinas y preocupaciones que sustentan la práctica histórica contemporánea. The Plain and Noble Garb of Truth cuestiona la idea arraigada de que las primeras generaciones de historiadores estadounidenses eran románticos o propagandistas de una joven nación en apuros.

Cheng aborda las obras de historiadores nacionales de primera hora tan conocidos como George Bancroft, William Prescott y David Ramsay.

Figuras menos conocidas como Jared Sparks y Lorenzo Sabine.

Y las principales élites políticas e intelectuales de la época, como Francis Bowen y Charles Francis Adams. Demuestra que su obra, centrada en la Revolución Americana, era a menudo matizada y sorprendentemente comprensiva en su tratamiento de los indios americanos y los leales. También demuestra cómo el auge de la novela contribuyó a la aparición de la historia como disciplina autónoma, argumentando que paradójicamente "los primeros historiadores nacionales a la vez describían la verdad en oposición a la novela y se veían influidos por la novela en su forma de entender la verdad".

Los historiadores modernos deberían reconocer que la disciplina de la historia es en sí misma un producto de la historia, afirma Cheng. Al tomar en serio a un grupo de historiadores demasiado a menudo despreciados, desafía a los historiadores contemporáneos a examinar algunos aspectos ahistóricos de la forma en que entienden su propia disciplina.