The Masked Marksman #2: El suplente de la Muerte

Título original:

The Masked Marksman #2: Death's Understudy

Contenido del libro:

Conozca a Ed Race, que triunfó como pistolero de vodevil, conocido en el escenario como «The Masked Marksman» (El tirador enmascarado) y por manejar seis armas cargadas. 45 cargadas para deleite de las multitudes.

Pero cuando esta línea de trabajo se volvió demasiado tediosa, Race aprovechó sus licencias de detective privado para resolver crímenes por todo el país. Esta colección incluye sus siete historias siguientes: Juggler's Holiday: A Ed Race, malabarista supremo de las armas, le gustaba ayudar a sus amigos a salir de apuros. Pero cuando ese samaritanismo le condujo entre el fuego cruzado de los gángsters y la policía, Ed supo que sólo había una cosa que hacer: ¡salir volando en una doble apuesta con la muerte! El telón de la muerte: Ed Race, que hacía malabarismos con las armas tanto por negocios como por placer, quería hacerle un favor a una guapa amiga...

¡Pero una torcida partida de póquer y un complot de asesinato estuvieron a punto de hacer que la Muerte se adelantara para hacer la última reverencia a Ed...! Taco para un pistolero: Ed Race, mago de seis pistolas, se dio cuenta de que un caballo veloz, un corredor de apuestas deshonesto y un cuarto de millón de dólares -mezclados- significaban un gran problema... ¡Pero la mafia de Slingel no sabía que Ed podía hacer malabarismos con la pasta caliente tan bien como con los revólveres calientes...! Asesinato entre bastidores: A Ed Race no le gustaban los bandidos, ni siquiera la chica nerviosa y guapa que le apuntaba con una automática... Pero cuando comprendió la trampa, ¡se metió de cabeza en una emboscada de seis pistolas para ayudarla!

El suplente de la muerte: Ed Race no podía decir «¡No!» cuando un amigo le pedía ayuda, incluso cuando eso significaba arriesgarse a un traje de alquitrán caliente y plumas... ¡y a una sombría amenaza de más y más mortífero infierno por venir! Acción fuera del escenario: Ed Race no buscaba pelea, pero la mentira de una chica guapa y la terquedad de un sheriff corrupto se la pusieron delante de las narices. Y a pesar de su buen carácter, Ed pensó que era hora de dejar de bromear cuando los paletos se reunieron para una fiesta de corbatas.

Prólogo a la muerte: Ed Race sintió náuseas cuando sus amigos de Broadway lo trataron como a un leproso... Y fue necesaria una sangrienta lección con una metralleta para enseñarle que un enemigo decidido, oculto entre un montón de amigos, puede poner a un hombre en una fría losa de la morgue.