Territorio estelar: La impresión del Universo en la América del siglo XIX

Opiniones de los lectores

Actualmente no hay opiniones de lectores. La calificación se basa en 2 votos.

Título original:

Star Territory: Printing the Universe in Nineteenth-Century America

Contenido del libro:

Estados Unidos ha sido una potencia espacial desde su fundación, escribe Gordon Fraser. Las estrellas blancas de su bandera revelan el sueño de las élites continentales de que las antiguas colonias pudieran constituir una "nueva constelación" en el firmamento de las naciones. Las calles y avenidas de su capital se trazaron en referencia a las observaciones celestes. Y a medida que avanzaba el siglo XIX, todos los esfuerzos por colonizar el continente norteamericano dependían de la ciencia de la agrimensura, o cartografía con referencia al movimiento celeste. A través de su entorno construido, su mitología cultural y el ejercicio de su poder militar, Estados Unidos siempre ha tratado el cosmos como un territorio disponible para su explotación.

En Star Territory Fraser explora cómo, desde sus inicios, agentes del Estado, entre ellos el presidente John Adams, el almirante Charles Henry Davis y la astrónoma Maria Mitchell, participaron en esfuerzos a gran escala para cartografiar la nación en el espacio cósmico. A través de almanaques, mapas y cartas estelares, se transmitió información práctica y mitologías excepcionalistas a los soldados, científicos y ciudadanos de la nación.

Sin embargo, ésta es sólo una parte de la historia que cuenta Fraser. Desde los primeros agrimensores, marinos y editores negros del país hasta los cargos electos de la Nación Cherokee y los líderes de la resistencia hawaiana, otros actores establecieron comunidades cósmicas alternativas. Estos astrónomos, profetas e impresores negros e indígenas ofrecieron formas de entender los cielos que rompían con el trabajo de los funcionarios estadounidenses para quienes el universo era meramente medible y explotable.

Hoy en día, los administradores de la NASA abogan por asociaciones público-privadas para el desarrollo del comercio espacial, mientras que los militares buscan controlar regiones estratégicas por encima de la atmósfera. Si los observadores imaginan que estos avances son el resultado directo de una carrera espacial de mediados del siglo XX, Fraser demuestra brillantemente lo contrario. Los esfuerzos de Estados Unidos por explotar el cosmos, así como la resistencia a estos esfuerzos, tienen una historia que comienza casi dos siglos antes de las misiones Gemini y Apolo de la década de 1960.