Terminar siempre pensando en el principio: Cómo las empresas siguen siendo grandes después de la salida del fundador

Título original:

Always End with the Beginning in Mind: How Firms Remain Great After the Founder Exits

Contenido del libro:

Al mundo le gusta creer que la vida es una serie de finales. Algunos son buenos, otros malos, pero las cosas siempre acaban. En la era moderna, la película termina, el programa de televisión termina, el libro termina con "The End", y empezamos a creer que la vida se trata de finales. Este libro se basa en la premisa de que los finales no son más que nuevos comienzos. Todo puede acabar, con el principio en mente. Abandonar el concepto de "todo termina" es uno de los pasos más importantes en la continuidad empresarial.

A la gente le encanta hablar de la Planificación de la Sucesión, pero son pocos los que la llevan a cabo. Las cifras son asombrosas. El Departamento de Estadísticas Laborales de EE.UU. nos dice que después de un año en el negocio, el 20% de las nuevas empresas en América fracasan, pero después de 20 años sólo alrededor del 20% de esas mismas empresas habrán sobrevivido. De las que sobreviven, ¡menos del 20% continuarán en una segunda generación! La mayoría de las empresas tienen un plan de cese (un plan que conduce a que la empresa deje de existir), mientras que muy pocas tienen planes de sucesión (un plan que conduce a que la empresa no sólo continúe, sino que prospere tras la salida del fundador).

En Always End with the Beginning in Mind, Donald le lleva por un viaje que desembocó en la continuación de un negocio con éxito, y dará al fundador de una empresa los pasos necesarios para que un plan de sucesión tenga realmente éxito. Un plan de sucesión bien pensado y ejecutado es un clásico plan en el que todos salen ganando. Es una victoria para la empresa, en concreto para los clientes y el personal, que pueden disfrutar de continuidad tras la salida del fundador. Es una victoria para el sucesor, que puede aprovechar el éxito del fundador. Por último, es una victoria para el fundador, que puede abandonar la empresa por voluntad propia y ver cómo lo que ha construido sigue prosperando en los años venideros.

Las empresas pueden tener éxito a perpetuidad. No es necesario que acaben cesando. Un empresario que sale de una empresa sin ver su salida como un final, sino como un nuevo comienzo, tanto para sí mismo como para la empresa, puede disfrutar viendo cómo la empresa que ha construido durante toda su vida sigue prosperando después de que la empresa pase a manos de nuevos dirigentes y, al mismo tiempo, disfrutar de una nueva etapa de su vida personal. ¡No deje la continuidad de la empresa en manos del destino! Lea este libro y descubra las herramientas necesarias para pasar de un plan de cese reactivo a un plan de sucesión proactivo.