Tenemos que hablar: Diálogos sanadores entre mujeres y hombres

Opiniones de los lectores

En general, «Tenemos que hablar: diálogos sanadores entre hombres y mujeres» ha recibido una mezcla de elogios y críticas. Muchos lectores lo consideraron esclarecedor y valioso para comprender las diferencias de género y mejorar las relaciones interpersonales. Sin embargo, algunos criticaron sus puntos de vista esencialistas y su especificidad cultural.

Los lectores aprecian la visión del libro sobre las diferencias de género, su potencial para mejorar las relaciones y su estilo claro y ameno. Muchos lo califican de sugerente y lo recomiendan a quienes deseen profundizar en la dinámica de las relaciones.

Los críticos sostienen que el libro promueve una visión esencialista y hetero-sexista, lo que lo hace anticuado y problemático. Además, puede no ser aplicable a todos los contextos culturales, lo que limita su utilidad a un grupo demográfico específico.

(basado en 7 opiniones de lectores)

Título original:

We Have to Talk: Healing Dialogues Between Women and Men

Contenido del libro:

"Tenemos que hablar". Para muchos hombres, éstas son las cuatro peores palabras de la lengua inglesa, sobre todo cuando las pronuncia una compañera.

Pero no tiene por qué ser así, argumentan Samuel Shem y Janet Surrey en su nuevo libro, práctico y pionero. El "temor relacional masculino" -esa reacción tan familiar que provocan los "anhelos relacionales" de las mujeres- puede domarse, y en su lugar puede surgir la verdadera satisfacción para hombres y mujeres. Para demostrar cómo se hace esto, Shem y Surrey nos llevan entre bastidores de sus populares talleres.

Escuchamos a las parejas hablar íntimamente sobre la ira, la culpa, el resentimiento, la vergüenza y el sexo. Les vemos luchar colectivamente contra la división de género en sus relaciones: las profundas desconexiones, o "impasses", que reflejan los caminos de desarrollo tan diferentes que han recorrido hombres y mujeres.

Vemos cómo las parejas aprenden a tender puentes entre el temor y el anhelo, a salir del aislamiento y entrar en la reciprocidad. Somos testigos de sus momentos de tristeza, humor y, en última instancia, descubrimiento.

Lleno de historias conmovedoras de personas reales que luchan con problemas reales, Tenemos que hablar rompe las "reglas" y ofrece una prueba dramática de que, después de todo, los hombres y las mujeres no son de planetas diferentes. Sin duda se convertirá en el libro de relaciones del nuevo milenio.