Tecnofeudalismo: lo que mató al capitalismo

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Título original:

Technofeudalism - What Killed Capitalism

Contenido del libro:

«Así es como terminó el capitalismo, no con un estallido revolucionario, sino con un gemido evolutivo». Así comenzará mi relato de la desaparición del capitalismo y el surgimiento del tecnofeudalismo.

La desaparición del capitalismo comenzó en 2008, cuando se derrumbó el castillo de naipes de Wall Street, hasta que, ayudado por la pandemia e instigado por las grandes tecnológicas, se afianzó un nuevo sistema explotador. Este nuevo sistema, el tecnofeudalismo, es nuestro nuevo y duro reino. Es fascinante, pero también singularmente cruel. Las tecnologías que lo sustentan son ya alucinantes, como lo es la amenaza que el nuevo sistema supone para nuestra libertad e, incluso, para nuestras posibilidades de supervivencia como especie. Que la humanidad consiga sobrevivir, por no hablar de desarrollarse de forma sostenible en un planeta que ya nos rechaza, dependerá en gran medida de que comprendamos la naturaleza de este tecnofeudalismo y encontremos la forma de desafiarlo.

La afirmación del libro de que el capitalismo está acabado resultará, inevitablemente, muy controvertida. Los comentaristas de la derecha y de la izquierda se reirán de ello. A ambas partes les interesa creer que estamos asistiendo a una nueva variante del capitalismo, no a una transformación del capitalismo en algo distinto, algo aún peor. La derecha, porque necesita creer que el capitalismo es eterno y, en última instancia, bueno: el sistema natural para el que la humanidad estaba preparada desde el Jardín del Edén. En cuanto a la izquierda, a los izquierdistas nos resulta casi imposible vivir con la idea de que no fuimos nosotros, los autodenominados rebeldes racionales, los que derrocamos al capitalismo para sustituirlo por un socialismo democrático que funcionara, sino que fue el capitalismo el que se derrocó a sí mismo, para dar lugar a un sistema aún más explotador. La noción misma de que la Historia nos pasó por alto sume a la izquierda en una angustia existencialista que dificulta su compromiso con la realidad.

¿Por qué importa si el capitalismo nació del tecnofeudalismo o está experimentando una más de sus muchas mutaciones? Importa por las mismas razones por las que fue crucial para los reformistas liberales de finales del siglo XVIII, los activistas antiesclavistas, etc., comprender la importancia del florecimiento del capitalismo en su interior. Sin la comprensión de la dinámica del capitalismo y de su capacidad para transformarlo todo, sus esfuerzos, luchas, políticas y campañas no tendrían ninguna posibilidad. Del mismo modo, comprender la naturaleza y las formas del tecnofeudalismo es importante porque, si estoy en lo cierto, campañas, luchas y políticas como el Green New Deal del Presidente Biden, que tenían posibilidades de funcionar hace diez o veinte años, no pueden funcionar bajo el orden tecnofeudal que ahora nos domina.