Tantra de la Gran Liberación [Mahanirvana Tantra]

Opiniones de los lectores

Mahanirvana Tantra De La Gran Liberación es elogiado por su exhaustiva visión general del tantra y la filosofía hindú. La traducción de Sir John Woodroffe es reconocida por su profundidad y autenticidad, atrayendo tanto a eruditos como a buscadores espirituales. Sin embargo, el libro es criticado por su complejidad y contenido ocasionalmente abrumador, que puede disuadir de su aplicación práctica.

** Considerado uno de los mejores libros tántricos en inglés ** Proporciona una buena visión general del tantra y el hinduismo ** Incluye una introducción exhaustiva a la filosofía india ** Traducción autorizada por un respetado erudito ** Contenido atractivo y entretenido con momentos de claridad.

** Mala calidad de encuadernación reportada por algunos lectores ** Rituales complejos y difíciles, que requieren numerosos artículos ** Digresiones ocasionales y definiciones largas en la introducción y el texto ** Puede ser abrumador para aquellos que buscan orientación práctica ** Algunos contenidos parecen ser eliminados selectivamente, dejando lagunas en la comprensión

(basado en 11 opiniones de lectores)

Título original:

Tantra of the Great Liberation [Mahanirvana Tantra]

Contenido del libro:

2012 Reimpresión de la edición de 1913. Facsímil exacto de la edición original, no reproducido con software de reconocimiento óptico. "Tantra" es el nombre que los eruditos dan a un estilo de ritual religioso y meditación que surgió en la India medieval no más tarde del siglo V, y que llegó a influir en todas las formas de expresión religiosa asiática en mayor o menor grado. En sentido estricto, este uso de la palabra "tantra" es una invención de los eruditos, pero se justifica por el hecho de que las escrituras que presentan estas prácticas se conocen generalmente como "tantras", independientemente de la religión a la que pertenezcan. La importancia histórica del método tántrico radica en que influyó en todas las religiones asiáticas importantes que existían a principios de la Edad Media (entre 500 y 1200 d.C.): así, el shaivismo, el budismo, el vaishnavismo y el jainismo desarrollaron un conjunto bien documentado de prácticas tántricas y doctrinas afines. Su influencia se extendió fuera de la India, al Tíbet, Nepal, China, Japón, Camboya, Vietnam e Indonesia. En la actualidad, el budismo tibetano y varias formas de hinduismo son las que muestran una mayor influencia tántrica, así como el movimiento internacional del yoga postural y la mayoría de las formas de espiritualidad alternativa estadounidense agrupadas bajo la rúbrica de la Nueva Era. Definido principalmente como un estilo de práctica espiritual rico en técnicas, el Tantra no tiene una única doctrina coherente.

Más bien desarrolló diferentes enseñanzas en relación con las distintas religiones que adoptaron el método tántrico. Estas enseñanzas tendían a apoyar y validar las prácticas del Tantra, que en su forma clásica están más orientadas al cabeza de familia casado que al renunciante monástico o solitario, y por lo tanto mostraban lo que podría llamarse un carácter de aceptación del mundo más que de negación del mundo. Así, el Tantra, especialmente en sus formas no-duales, rechazaba los valores renunciantes del yoga patanjaliano, ofreciendo en su lugar una visión de toda la realidad como la autoexpresión de una única, libre y dichosa Conciencia Divina bajo cualquier nombre, ya sea Ś.

Iva o naturaleza de Buda. Puesto que el mundo se consideraba real y no ilusorio, esta doctrina supuso una importante innovación con respecto a las filosofías indias anteriores, que tendían a concebir lo Divino como absolutamente trascendente y el mundo como una ilusión. La consecuencia práctica de este punto de vista fue que no sólo los amos de casa podían aspirar a la liberación espiritual en el sistema tántrico, sino que eran el tipo de practicante que la mayoría de los manuales tántricos tenían en mente. Además, dado que el Tantra disolvía la dicotomía entre lo espiritual y lo mundano, los practicantes podían incorporar todos los aspectos de su vida cotidiana a su proceso de crecimiento espiritual, buscando realizar lo trascendente en lo inmanente. Aunque la gran mayoría de las enseñanzas tántricas de las escrituras no se refieren a la sexualidad, en la imaginación popular el término tantra y la noción de sexo superlativo están indeleblemente unidos. Este error surgió probablemente del hecho de que algunas de las escuelas no-duales más radicales enseñaban una forma de ritual sexual como forma de entrar en estados intensificados y expandidos de consciencia y de disolver los límites creados por la mente.