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As Good As Gold
Imagina a George Plimpton. Excepto que con habilidad atlética real. Y es una mujer. Y ha asumido un reto que hace que Paper Lionparezca una rápida partida de Go Fish.
Te presentamos a Kathryn Bertine, triatleta de élite, ex patinadora artística profesional y artista hambrienta. Justo cuando sus sueños personales y profesionales empiezan a desmoronarse en el verano de 2006, ESPN le propone un sueño: Tardar dos años en llegar a los Juegos Olímpicos de verano de 2008 en Pekín. Tan bueno como el oro es el relato heroico y desternillante de los esfuerzos de Bertine en el triatlón, el pentatlón moderno, el balonmano por equipos, el ciclismo en pista, el ciclismo en carretera, el remo, la natación en aguas abiertas, la marcha atlética y, abróchense los cinturones, el luge.
En su viaje, los obstáculos van del jet lag a las medusas, de los pinchazos a las relaciones conflictivas, de los rechazos reiterados a los sarpullidos. Pero como el tiempo se acaba, Bertine no se preocupa de las cosas pequeñas, sino de las grandes, como recorrer el mundo en busca de una pequeña nación que la adopte y llevar su cuerpo y su mente tan lejos como pueda. Quizá hasta China.
Entre desgarradores episodios de triunfo y humillación, a menudo a carcajadas, Bertine se toma breves "pausas acuáticas" para contemplar los entresijos del correo de los fans, el fracaso, la rehidratación, la reconstrucción nasal y la mejor manera de castigar a los consumidores de esteroides.
Kathryn Bertine nada, corre y monta -y escribe- como una campeona. En Tan bueno como el oro, Bertine demuestra que tiene algo más valioso que una medalla olímpica. Tiene temple olímpico. Cuando se trata del corazón humano, se lleva el oro.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)