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Durante más de setenta años, el nombre Swissair fue sinónimo de todo lo suizo en las líneas aéreas.
El emblema de la «flecha voladora» de la aerolínea nacional suiza representaba una empresa con grandes reservas financieras, lo que le permitía invertir en los últimos aviones y la tecnología más moderna. Sin embargo, a partir de la década de 1970, los acontecimientos mundiales provocaron un cambio radical en su suerte.
Una nueva estrategia de crecimiento a través de la inversión en muchas otras aerolíneas fracasó cuando estas compañías se convirtieron en una carga deficitaria, y la decisión de la población suiza de permanecer fuera del Espacio Económico Europeo restringió las oportunidades de la aerolínea de aumentar la captación de pasajeros. En 2001, a raíz del colapso del tráfico tras las atrocidades del 11 de septiembre, la compañía dependía de los préstamos del gobierno para sobrevivir, y en 2002 Swissair cesó todas sus operaciones; sus rutas y equipos fueron resucitados por su rival Crossair. La humillación no terminó ahí.
En 2007, toda la antigua junta directiva de Swissair fue juzgada por cargos de mala gestión, declaraciones falsas y falsificación. Charles Woodley, autor especializado en aviación comercial, ha reconstruido la historia del ascenso de Swissair hasta alcanzar una brillante reputación de calidad y fiabilidad, así como los factores que condujeron a su caída.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)