STARGATE SG-1 Asesinato en el SGC

Título original:

STARGATE SG-1 Murder at the SGC

Contenido del libro:

Atrapar a un asesino...

Un contratista civil ha sido asesinado en el Comando Stargate. El Coronel Mitchell y el SG-1, fuera del mundo en el momento del crimen, son requeridos por el General Landry para investigar la muerte antes de que atraiga la atención del Pentágono.

Mientras Mitchell, Vala y Teal'c regresan al SGC, Daniel Jackson y la Coronel Carter continúan su búsqueda del Sangreal. Pero cuando se hace evidente que el SG-1 no está investigando un simple asesinato, sino una conspiración que se extiende mucho más allá del SGC - y de la Tierra - todo el equipo se ve atrapado en un misterio complejo y mortal.

En esta apasionante aventura, el SG-1 sigue el enmarañado rastro de la víctima al asesino y el equipo se encuentra a sí mismo y a todo el SGC en grave peligro...

Asesinato en el SGC.

"Lo que sabemos con certeza en este momento es que el doctor Oliver murió envenenado con targonina", dijo Landry, y Carolyn asintió con la cabeza.

"El veneno de las armas con las que trabajaba lo mató".

"Así que estamos hablando de un accidente laboral", dijo Mitchell.

"Ojalá fuera así", dijo Carolyn tras una pausa demasiado larga. "Ciertamente eso es lo que pensé cuando lo examiné por primera vez. No pude encontrar ningún signo de arañazo o corte. La Targonina no se absorbe a través de la piel, tendría que entrar en su torrente sanguíneo a través de una herida abierta o ser ingerida. Esa era mi siguiente teoría, pero seguía sin saber cómo se había metido el veneno en la boca. No hasta que tuviéramos los resultados del laboratorio del café que estaba bebiendo. Lo enviamos como rutina, para no dejar ninguna piedra sin remover. Resultó ser algo muy bueno".

"¿Había veneno en su café? ", preguntó Vala, cuando parecía que alguien iba a tener que hacerlo.

"Suficiente veneno como para que no pudiera haber llegado allí accidentalmente", dijo Carolyn. "Basándonos en nuestro análisis de lo que quedaba en su taza, creo que alguien debió raspar el residuo pegajoso de parte del arma y lo mezcló con el café".

"¿No lo habría probado? "preguntó Mitchell.

Carolyn lo miró con recelo. "Ha bebido el café de aquí, ¿verdad?