STARGATE SG-1 Alianzas

Título original:

STARGATE SG-1 Alliances

Contenido del libro:

El precio del fracaso...

Todo lo que el SG-1 quería era tecnología para salvar a la Tierra de los Goa'uld, pero la misión a Euronda fue un terrible fracaso. Ahora los perros de Washington están aullando por la sangre de Jack O'Neill - y el senador Robert Kinsey lidera la manada.

Cuando Jacob Carter pide al general Hammond la participación del SG-1 en una misión para los Tok'ra, parece la respuesta al dilema de O'Neill. Los reservados Tok'ra se están quedando sin anfitriones, y Jacob cree haber encontrado la respuesta - pero significa que O'Neill y su equipo deben arriesgar sus vidas infiltrándose en una granja de cría de esclavos Goa'uld para reclutar humanos dispuestos a unirse a los Tok'ra.

Es una proposición arriesgada, especialmente desde que las secuelas de Euronda han tensado los lazos del equipo hasta casi romperlos. Si no pueden encontrar una forma de dejar atrás sus diferencias, puede que no vuelvan a casa con vida...

Alianzas.

No había comodidades en la habitación de piedra en la que les dejaron Va'ton y sus subordinados Jaffa. Ni bancos. Ni mantas. Ni almohadas. Típica hospitalidad Goa'uld. Había, sin embargo, una gran mancha de sangre seca y desordenada en el suelo de la celda.

Daniel no iba a pensar en eso.

Se quitó la camisa, se la abrigó y la puso debajo de la cabeza de Jack. No era mucho, pero era mejor que nada. Dios, tenía hambre. Mareado. Más que un poco tembloroso. El corte de la mano hacía tiempo que había dejado de gotear, pero aún le dolía. Estaba razonablemente seguro de que estaba infectado. Lo cual no era nada comparado con el problema en el que estaban metidos. Respuesta estándar de O'Neill: No te preocupes, Daniel. Hemos estado en peores.

De acuerdo. Tal vez. Una vez. Sentado en un pasillo cubierto de sangre, acabando de ser disparado en pedazos por un arma de asta Jaffa, en una nave nodriza equipada hasta las vigas con C4, sabiendo que su herida probablemente lo mataría primero, sabiendo que Jack y Sam y Teal'c iban a morir pronto, también.

Había sobrevivido. Ellos también. Pero incluso los gatos sólo tienen nueve vidas y él no era un gato. ¿Cuántas veces podría bailar claqué al borde de la muerte antes de esa zambullida final y fatal?

Por favor, Dios. Que nos rescaten pronto.

A Jack le gustaba decir: "Siempre, siempre hay un plan B".

"Esta vez no", le dijo a su amigo. "Esta vez, Jack, es un milagro... o nada".