Este volumen se centra en los retos que plantean la lengua y la heterogeneidad lingüística para el aprendizaje histórico en la escuela.
En vista de la creciente diversidad cultural y social en las aulas, el tema parece más actual que nunca. Las contribuciones del volumen tratan de los requisitos lingüísticos previos que necesitan los alumnos para la lectura y la escritura relacionadas con la asignatura, para el pensamiento histórico y la argumentación, y de cómo pueden fomentarse estas actividades en las clases de historia.
Ha quedado claro que la Historia como asignatura lingüística es muy exigente y requiere que los alumnos piensen y se expresen de forma elaborada debido a su alto grado de abstracción.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)