Sometime Kin: Layers of Memory, Boundaries of Ethnography
En Sometime Kin, Sandra Wallman traza el retrato de un asentamiento alpino: su historia, economía y cultura, y su inusual resistencia a los forasteros y la modernización.
En contraste, su diario muestra a los habitantes del pueblo abrazando a sus cuatro hijos pequeños y actuando como observadores participantes en el proceso bidireccional de la investigación. Este proyecto se llevó a cabo hace más de cuarenta años y contó con la participación de una familia de campo excepcionalmente numerosa, pero sus conclusiones tienen un significado más amplio.
El libro sostiene que la intrusión de la observación distorsiona inevitablemente la vida ordinaria observada, que los retos de la multivocalidad y la «verdad» están siempre con nosotros, y que la memoria es la base de toda empresa etnográfica.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)