Puntuación:
Las reseñas de «Only Words» de Catharine MacKinnon presentan una visión polarizada del libro. Algunos lectores aprecian su apasionado argumento contra la incitación al odio y sus implicaciones para la igualdad, mientras que otros lo critican por su escasa lógica, sus amplias interpretaciones jurídicas y sus opiniones extremas. El libro es reconocido por sus ideas provocadoras, pero también se enfrenta a importantes reacciones negativas por su estilo de redacción y sus controvertidas afirmaciones.
Ventajas:El libro es elogiado por su brillante análisis de la incitación al odio y su contexto jurídico histórico. Muchos críticos elogian la capacidad de MacKinnon para articular sus argumentos con fuerza, motivar la reflexión sobre cuestiones controvertidas y contribuir de forma significativa al debate feminista en torno a la pornografía y la incitación al odio.
Desventajas:Los críticos citan como puntos débiles significativos la falta de lógica, las interpretaciones legales demasiado amplias y las opiniones extremas. La redacción se describe como dolorosa y abrasiva, lo que dificulta que algunos lectores conecten con los argumentos. Las críticas mencionan la falta de pruebas sólidas para muchas afirmaciones y un estilo emocional que resta rigor académico.
(basado en 13 opiniones de lectores)
Only Words
¿Cuándo no es delito una violación? Cuando es pornografía... o eso parece decir la ley de la Primera Enmienda: en el cine, una violación se convierte en «libertad de expresión».
La pornografía, sostiene Catharine MacKinnon, no es ni expresión ni libertad. La pornografía, el acoso racial y sexual y la incitación al odio son actos de intimidación, subordinación, terrorismo y discriminación, y deben ser tratados legalmente como tales. Sólo palabras es una poderosa acusación contra un sistema jurídico en contradicción consigo mismo, cuya Primera Enmienda promueve las mismas desigualdades que su Decimocuarta Enmienda se supone que debe acabar.
Con el estilo audaz y convincente que la ha convertido en una de nuestras críticas jurídicas más provocadoras, MacKinnon describe una sociedad atrapada en una viciosa hipocresía. Las palabras que ofrecen sobornos o fijan precios o segregan instalaciones son tratadas por la ley como actos, pero las palabras y las imágenes que victimizan y atacan por motivos de raza y sexo no lo son.
La pornografía -un acto de dominación sexual reproducido en la visión- está protegida por la ley en nombre del «libre y abierto intercambio de ideas». Sin embargo, según MacKinnon, lo que debe proteger la ley no es lo que dice el discurso, sino lo que hace.
Lo que hace el «discurso» de la pornografía y del acoso racial y sexual y la propaganda del odio es promover y promulgar el poder de un grupo social sobre otro. Recorriendo con destreza quirúrgica casos de acoso en el lugar de trabajo y en los campus universitarios, a través de casos de la Primera Enmienda relacionados con nazis, miembros del Ku Klux Klan y pornógrafos, MacKinnon demuestra que mientras las prácticas discriminatorias estén protegidas como libertad de expresión, la igualdad será sólo una palabra.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)