Puntuación:
Sobrevivir a la muerte», de Mark Johnston, pretende explorar la posibilidad de sobrevivir a la muerte a través de la idea de contribuir a la humanidad, pero se enfrenta a críticas por su complejidad y su redacción poco clara. Aunque algunos lectores consideran que la exploración filosófica invita a la reflexión, muchos expresan su decepción por sus argumentos y su falta de claridad.
Ventajas:El libro invita a la reflexión y explora importantes cuestiones filosóficas relativas a la moralidad, la identidad y la posibilidad de sobrevivir a la muerte. Las ideas de Johnston desafían los puntos de vista tradicionales sobre la vida después de la muerte y ofrecen una perspectiva única sobre la vida a través de las contribuciones a la humanidad.
Desventajas:El texto es denso y a menudo difícil de entender para quienes no son filósofos; algunos lectores lo encontraron poco claro y enrevesado. Muchos consideraron que los argumentos eran poco convincentes y se apoyaban excesivamente en fundamentos filosóficos anticuados, por lo que quedaron decepcionados con las conclusiones generales y la visión aportada.
(basado en 8 opiniones de lectores)
Surviving Death
Por qué las creencias sobrenaturales están reñidas con una verdadera comprensión de la vida después de la muerte.
En este extraordinario libro, Mark Johnston expone una nueva concepción de la identidad personal y del yo, proporcionando así un relato puramente naturalista de la supervivencia a la muerte.
La muerte amenaza nuestro sentido de la importancia de la bondad. La amenaza puede afrontarse si hay, como decía Sócrates, algo en la muerte que sea mejor para los buenos que para los malos. Sin embargo, como muestra Johnston, todas las concepciones teológicas existentes de la vida después de la muerte son incoherentes o contradictorias con el funcionamiento de la naturaleza. Estas imágenes sobrenaturalistas de las recompensas por la bondad también ocultan una sorprendente coincidencia entre el estudio filosófico del yo y una explicación de la bondad común al judaísmo, el cristianismo, el hinduismo y el budismo: la persona buena es aquella que ha sufrido una especie de muerte del yo y que vive una vida transformada al entrar de forma imaginativa en las vidas de los demás, anticipándose a sus necesidades y verdaderos intereses. Como cuidador de la humanidad que considera que su propia muerte carece comparativamente de importancia, la buena persona puede ver a través de la muerte.
Pero esto no es todo. Las afirmaciones de Johnston, muy argumentadas, de que no existe un yo persistente y de que nuestras identidades son, en cierto modo, proteicas, implican que el bien sobrevive a la muerte. Dada la preocupación por el futuro que define la verdadera bondad, los buenos viven literalmente en la carrera hacia adelante de la humanidad. Cada vez que nace un bebé, una persona buena adquiere un nuevo rostro.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)