Sobre el microfascismo: Género, muerte y guerra

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Título original:

On Microfascism: Gender, Death, and War

Contenido del libro:

Es innegable que las fuerzas populistas fascistas y reaccionarias han crecido en Estados Unidos en los últimos años. Cuando analizamos el fascismo tendemos a centrarnos en cómo se institucionaliza y sistematiza su política, pero para contrarrestar eficazmente el movimiento fascista necesitamos entenderlo más allá de sus expresiones más visibles y públicas. Para entender el fascismo, Jack Bratich cree que debemos entender la forma en que los fascistas ven el mundo. Para ello, debemos buscar en la cultura del fascismo. Allí encontraremos el "microfascismo", o las formas en que una manera fascista de entender el mundo se genera a partir de los odios que impregnan nuestra vida cotidiana.

Basándose en Deleuze y Guattari, Bratich investiga una ontología política de la subjetividad fascista. Antes de que exista un movimiento fascista, señala, hay un cuerpo fascista que puede moverse o ser movido. Al poner de relieve la misoginia en el núcleo del fascismo y el "devenir-hombre" como proceso clave de subjetivación, podemos observar la formación de un cuerpo fascista promulgado a través del sexismo cotidiano y el feminicidio. Este cuerpo también se forma apelando a la recuperación de los sujetos creados por guerras fundacionales anteriores. Al centrarnos en la variedad de formas en que la resurgente tendencia fascista se demora en su propia destrucción (y, por tanto, en la destrucción de otros), podemos rastrear cómo el fascismo refina y amplía la necropolítica que sustenta los sistemas capitalistas, coloniales y patriarcales.

Las implicaciones de Sobre el microfascismo son inquietantes. Las semillas de la visión fascista del mundo, sugiere, pueden estar más extendidas de lo que pensamos. Sin embargo, Bratich insiste en que el nuevo fascismo no es tan poderoso como sus partidarios quieren hacernos creer. Para combatirlo, debemos desarrollar y defender un "microantifascismo" basado en la ética de la ayuda y el cuidado cotidianos. Si comprendemos cómo se construye el cuerpo fascista, podremos desarrollar el poder colectivo para desmembrarlo.