SOBRE ANDRE et al.

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Título original:

ABOUT ANDRE et al.

Contenido del libro:

Un hombre, dos siglos, en la última frontera continental de América. La adaptación a una nueva lengua durante los primeros años de la familia protagonista de esta novela resultó más difícil para los adultos que para sus hijos, que tuvieron la ventaja de la escolarización formal en clase. La similitud de las dos culturas, la francocanadiense y la norteamericana del Maine, facilitó la transición, ya que sólo un río las separaba en kilómetros a su paso por la región.

Los miembros de las grandes familias que emigraron voluntariamente desde los apacibles alrededores del río San Lorenzo durante el siglo XIX se asentaron a ambos lados del río San Juan, minimizando la importancia de una frontera entre naciones. Lo mismo ocurrió con los acadios que vivían en la provincia marítima de Canadá y Nueva Escocia, expulsados a la fuerza de sus tierras y hogares por los británicos. La tierra de llanuras fértiles y bosques vírgenes de la región estaba bendecida con abundantes ríos y lagos que facilitaban los desplazamientos y fomentaban así el crecimiento de nuevos asentamientos. (Durante miles de años, la tierra había sido el hogar de los malecitas, un miembro pacífico de las tribus indias norteamericanas. Siguen viviendo aquí, pero mucho menos numerosos y en enclaves aislados). La invasión de la zona por gentes de otros países europeos, muchos jesuitas entre ellos, provocó la conversión de los indígenas al catolicismo, promoviendo una frágil armonía entre los diversos grupos étnicos.

Otro efecto tranquilizador fue el movimiento de personas que se trasladaron al norte desde el sur de Maine, en su mayoría protestantes, quienes, al ver que los bosques prístinos prometían grandes recompensas, aportaron sus habilidades de gestión y los medios necesarios para el desarrollo ordenado de comunidades vibrantes. Otros grupos más pequeños también contribuyeron al crecimiento, pero a menor escala. Hoy, un siglo después, estas mismas comunidades prosperan lenta y bellamente. Casi todos los hogares tienen una camioneta, lo que demuestra que los chicos pasan más tiempo en el jardín y en proyectos domésticos que en sus dormitorios. Demasiado para familias pequeñas.