So verhunzen wir unsere Sprache

Contenido del libro:

La lengua alemana se está desintegrando actualmente con la participación activa de casi todos sus hablantes. Numerosos ejemplos demuestran que la decadencia de la lengua no es más que la cara complementaria de la decadencia de la sociedad, resultado del declive del capitalismo global.

Una gran parte de las personas, agotadas ellas mismas por la autoafirmación cotidiana, parece incluso percibir el actual declive de la lengua alemana como un alivio. El proceso de decadencia ni siquiera es reconocido por la mayoría como un proceso de empobrecimiento intelectual. La lengua cotidiana, impensadamente inferior, se somete al gusto contemporáneo más degenerado.

De todos modos, los "individuos aislados" (también conocidos como esclavos del sistema) no tienen mucho que decirse. Esta cháchara y parloteo inconsciente en todos los medios no es más que el lado complementario del "libre mercado".

Al igual que el sistema en su conjunto se desboca, lo mismo está ocurriendo con las lenguas. El individuo está siendo empujado a los márgenes en favor de una generalización mundial (o mejor, racionalización) de todas las experiencias vitales, es decir, lo contrario de la audacia de pensamiento.

Las relaciones humanas, para las que el lenguaje es fundamental, se barbarizan cada vez más con la creciente desaparición del "trabajo", del Estado... se barbarizan cada vez más.