Sin salida

Título original:

No Way Out

Contenido del libro:

Desde su más tierna infancia, Lee Flandreau sintió curiosidad por los animales y los bosques. Creció en una granja de Ohio donde cuidaba caballos, ganado y gallinas, y coleccionaba serpientes. Su amor por los animales y por vagar por los bosques se traduciría en viajes por lugares exóticos.

Tras licenciarse en Ciencias de la Tierra por la Universidad de Miami, a la que asistió con becas de fútbol y béisbol, desarrolló toda su carrera profesional en un fabricante de equipos industriales. Los últimos veinte años, a cargo de todas las operaciones internacionales, viajó por todos los países industriales del mundo. En 1990, el año en que se desarrolla esta historia real, ya había hecho siete safaris por África y todos le habían encantado. Desde entonces ha hecho otros tres.

El Amazonas y sus vastas incógnitas también atrajeron su sentido de la aventura. Encontró a un amigo con una fascinación similar, y Bill y Lee buscaron un recorrido fluvial privado por la Amazonia, que comenzaría en Puerto Maldonado (Perú), una ciudad que apenas aparecía en los mapas.

Pero, una vez allí, la aventura se transformó rápidamente en temor y dudas de que pudieran volver a ver la civilización. Nada de lo que esperaban al reservar el viaje se materializó: El barco grande y cómodo que les había descrito el director de la excursión resultó ser sólo una canoa peke-peke estrecha y abierta, sin espacio para guardar provisiones para dos semanas. El punto de partida no tenía electricidad, ni teléfono, ni gente que hablara inglés. El capitán y el guía que les habían recomendado no hablaban ningún idioma que pudieran entender. A la semana de viaje, en medio de la selva, el capitán hizo caso omiso de las peticiones de Lee para regresar al punto de partida. A pesar de todo, el sentido del humor de Lee hizo que su terrible dilema pareciera casi cómico. Pero no pudo salvarlos.

¿Regresarían alguna vez a Puerto Maldonado? Incluso si lo hicieran, ¿encontrarían alguna vez la civilización cuando no existían carreteras y la pista de aterrizaje excavada en la selva no ofrecía vuelos regulares? Su pregunta más inquietante: ¿Sucumbiremos a nuestro destino al no encontrar NINGUNA SALIDA?