Is the East Still Red?: Socialism and the Market in China
¿Representa China una alternativa no capitalista a los modelos de desarrollo neoliberales? Los comentaristas de la izquierda han ofrecido valoraciones muy divergentes en las dos últimas décadas. Unos pocos siguen aferrados al viejo sueño del socialismo de mercado, que aúna eficiencia y justicia social.
Para la mayoría, sin embargo, China es la prueba de que las reformas de mercado conducen invariablemente a la desposesión, la desigualdad y la restauración capitalista. Is the East Still Red? sostiene que ambas interpretaciones son erróneas y muestran un fallo común a la hora de distinguir entre mecanismos de mercado e imperativos capitalistas. Gary Blank sitúa la experiencia china dentro de debates marxistas más amplios sobre las transiciones sociohistóricas y la acumulación primitiva, subrayando la necesidad de conceptualizar el capitalismo como un sistema único en el que productores y apropiadores dependen del mercado para su reproducción.
A pesar de los años de mercantilización, los mandarines de Pekín aún no han impuesto la plena dependencia del mercado en la industria y la agricultura. El autor muestra cómo la resistencia de trabajadores y campesinos, los imperativos de la legitimidad del partido-estado y las estrategias reproductivas de los funcionarios y gestores comunistas individuales actúan para perpetuar aspectos centrales de un sistema burocrático-colectivista, en el que los productores directos y los burócratas están efectivamente fusionados con los medios de producción.
La República Popular puede ser una alternativa de mercado no capitalista, aunque poco edificante para los socialistas. "
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)