Si no volvemos a vernos (Ats) (Pack de 25)

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Título original:

If We Never Meet Again (Ats) (Pack of 25)

Contenido del libro:

EN ESTE MUNDO ACELERADO, ES PROBABLE QUE NUESTROS CAMINOS NO VUELVAN A CRUZARSE.

¿Y qué si no es así? En un mundo de promesas baratas de riqueza, salud y felicidad, he descubierto algo que ha marcado una diferencia duradera en mi vida--y me gustaría compartirlo contigo.

No necesitas ser alguien especial para hacer tú mismo este descubrimiento. Yo soy una persona corriente. Pero un día descubrí que había algo más en la vida que vivir para los fines de semana, trabajar toda la vida para no tener que pagar facturas, envejecer y, finalmente... la muerte.

NUESTRO PROPÓSITO PARA ESTAR AQUÍ

Desde el principio de los tiempos, según un libro especial llamado la Biblia, la vida estaba destinada a ser una experiencia ricamente satisfactoria. De hecho, Dios creó al hombre y a la mujer para que disfrutaran de su amistad en un mundo perfecto de amor y confianza.

Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza (Génesis 1:27). Compartió con ellos cualidades similares a las suyas: inteligencia, conciencia, personalidad, habla, capacidad de elegir. Cosas que aún hoy dan sentido a nuestras vidas.

A pesar de un gran comienzo, llegó un momento en que el primer hombre y la primera mujer, Adán y Eva, decidieron ir en contra de una de las instrucciones que Dios les había dado. Las consecuencias fueron inmediatas. Su pecado -la decisión de desobedecer a Dios- rompió la amistad que antes les unía a Él (Génesis 3).

Peor aún, el resultado final del pecado fue la muerte física. Y la muerte abrió la puerta al resultado final del pecado, la muerte eterna, la separación para siempre de Dios.

Y desde sus días hasta los nuestros, la historia humana puede resumirse de esta manera: "Aunque conocían a Dios, no le honraron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron vanos de pensamiento y se les oscureció el necio corazón. Todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios. La paga del pecado es la muerte" (Romanos 1:21; 3:23; 6:23). Por desgracia, todos hemos seguido los caminos de nuestros antepasados. Desobediencia. Engaño. La mentira. Utilización de los demás. Amar el dinero. Sin tiempo para Dios en nuestras vidas.

Pero Dios tenía una solución para los desastrosos problemas del pecado. Su plan: Que alguien que nunca había hecho el mal tomara el lugar de todos los que habían hecho el mal. Un sustituto inocente para los malhechores culpables.

EL PLAN ORIGINAL RESTAURADO.

Hace dos mil años el plan se puso en marcha. Jesucristo, el Hijo de Dios, se convirtió en uno de nosotros. En sus 33 años de vida como Dios-Hombre, cumplió todos los requisitos y expectativas que Dios esperaba para nosotros. Ni una sola vez pecó contra su Padre ni contra los que le rodeaban. En otras palabras, Jesús fue el sustituto perfecto de todos nosotros.

Por eso, su muerte en la cruz no fue el trágico final del mejor maestro del mundo. En realidad, al morir, Jesús cumplió su deseo de asumir la pena de muerte eterna por todos nosotros. Un hombre sin pecado por toda la humanidad pecadora (Romanos 5:8)

Por ser el único Dios-Hombre, el sufrimiento de Jesús equivalía al juicio eterno en el infierno que todos experimentaríamos de otro modo. Así quiso restaurar el propósito original de Dios para nosotros.

La Biblia lo expresa de esta manera: "Tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito Jesucristo), para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él" (Juan 3:16-17).

La resurrección de Jesús de entre los muertos tres días después de su entierro demostró que, al pagar la pena de muerte por nosotros, también había vencido a la muerte, no sólo por sí mismo, sino por todos los que creen en él (1 Corintios 15:1-8). Eso significa que los que confían en Dios para que perdone sus pecados también compartirán la vida de resurrección de Jesús para siempre en el cielo (Juan 14:1-4).

Y aún hay más. Aquellos que admiten que sus pecados causaron la muerte de Jesús y confían en Dios para que los salve del juicio eterno, reciben esa vida eterna y espiritual en el momento en que creen. Jesús lo dijo de esta manera. "Yo he venido para que los que confían en mí) tengan vida y la tengan en abundancia" (Juan 10:10).

LA ELECCIÓN ES SUYA.

Estos son los hechos básicos de mi descubrimiento más importante. ¿Habrá alguna diferencia si usted está o no de acuerdo conmigo? Mírelo de esta manera: Si no hay existencia después de esta vida en la tierra, ¿qué perderá ignorando lo que digo? Nada. Pero si lo que dice la Biblia sobre la vida eterna y la muerte eterna es cierto, y usted lo ignora, tiene todas las de perder.

Aunque nunca nos volvamos a ver, no tengo que conocerte personalmente para querer lo mejor de Dios para ti. Pero es tu decisión. ¿Qué vas a elegir?

Si quieres recibir la oferta de vida eterna de Dios, puedes poner tu elección en palabras como éstas:

Querido Dios, admito que he pecado contra ti muchas veces en mi vida. Estoy convencido de que Jesús murió en mi lugar y tomó el juicio por el pecado que yo merecía.

Recibo tu oferta de perdón. Quiero la vida nueva que Jesús promete a los que creen en él. Gracias por proporcionarme un camino para conocerte.