Serving a Wired World, 17: London's Telecommunications Workers and the Making of an Information Capital (Al servicio de un mundo conectado, 17: los trabajadores de telecomunicaciones de Londres y la creación de una capital de la información)

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Título original:

Serving a Wired World, 17: London's Telecommunications Workers and the Making of an Information Capital

Contenido del libro:

En el imaginario público, Silicon Valley encarna lo más nuevo de lo nuevo, la vanguardia de nuestras redes sociales y nuestras vidas interconectadas globalmente.

Pero las presiones a las que se ven sometidos muchos de los trabajadores actuales de la tecnología de la comunicación son un reflejo de las de una generación muy anterior de trabajadores en un espacio muy diferente: la mano de obra londinense que ayudó a lanzar y dar forma a los enormes sistemas de telecomunicaciones que funcionaban a principios del siglo XX. A finales de la era victoriana, los británicos acomodados empezaron a confiar en la información intercambiada a través de los hilos telegráficos y telefónicos para una comunicación fluida: un modo eficaz e impersonal de compartir pensamientos, demandas y deseos.

Esta adopción de una comunicación aparentemente sin intermediarios ocultó el trabajo que suponía el buen funcionamiento de la red, de forma muy parecida a como lo hace hoy nuestra dependencia de las redes sociales y las interfaces de las aplicaciones. Serving a Wired World es una historia del trabajo de los servicios de información integrado en el mantenimiento diario de la Gran Bretaña liberal y el statu quo en los primeros años del siglo XX. Como muestra Katie Hindmarch-Watson, los administradores e ingenieros que diseñaron estos sistemas de telecomunicaciones crearon redes de acuerdo con las percepciones de género y las jerarquías sociales convencionales, modelando el funcionamiento de las redes según la dinámica entre amo y sirviente.

A pesar de los intentos de hacer invisibles a las telegrafistas y telefonistas, estas trabajadoras eran muy conscientes de su papel crucial en la vida moderna y plantearon retos creativos a su condición de marginadas: desde organizar huelgas laborales hasta participar en intercambios sexuales desviados. De forma inesperada, estos trabajadores convirtieron una red de telecomunicaciones totalmente neutral en una red revolucionaria, desafiando el statu quo de formas que hoy nos resultan familiares.