Sermones con perspicacia

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Título original:

Sermons with Insight

Contenido del libro:

Antes de considerar la parte importante del sermón, echemos un vistazo a la lección del Evangelio de hoy y preguntémonos: ¿qué hay de malo en esta imagen? ¿Qué ocurre en nuestro relato evangélico que no refleje el modo en que suelen ocurrir las cosas en el mundo?

Si estuviera dando clase, ahora dejaría de hablar, y habría un largo período de silencio, mientras ustedes buscan en el texto bíblico de su inserción en el boletín, para tratar de encontrar algo inusual. Pero para asegurarme de que este sermón termine antes de que empiece la Escuela Dominical, ahorraré algo de tiempo señalando que es muy inusual que dos mujeres embarazadas se encuentren y que una le diga a la otra: "Vas a ser la madre de alguien a quien llamaré 'Señor'". Normalmente, Isabel -o cualquier otra persona- no sabría tal cosa de antemano. ¿No es cierto? La referencia es a Jesús, por supuesto. Isabel lo llama "Señor", y ese hecho nos da una pista de lo que está pasando aquí que tú, como persona normal en la iglesia, ni siquiera te imaginas. Al menos, yo no lo imaginaba, hasta que fui al seminario.

Verás, entre los judíos de la época de Jesús, a Jesús se le llamaba "Maestro", o "Rabino", o "Rabboni". No lo llamaban "Señor". "Señor" era un título utilizado por los griegos, y fue un título popular aplicado a Jesús cuando el cristianismo se extendió fuera de Palestina en las zonas de habla griega. Pero no era un título que la gente que realmente conocía a Jesús le llamara. Por eso, cuando en los Evangelios se llama "Señor" a Jesús, es una pista de que ese pasaje refleja las prácticas de la Iglesia cristiana primitiva y no procede de la época de Jesús. (En caso de que no se haya dado cuenta, los Evangelios no fueron escritos por personas que tomaron notas mientras se desarrollaban los acontecimientos de la vida de Jesús. Para bien o para mal, la Biblia se desarrolló a través de un proceso mucho más complicado).