Ser hombres subordinados: La retórica de Pablo sobre el género y el poder en 1 Corintios

Título original:

Being Subordinate Men: Paul's Rhetoric of Gender and Power in 1 Corinthians

Contenido del libro:

Ser hombres subordinados ofrece un examen crítico desde el punto de vista del género del uso que Pablo hace del género y el poder en el argumento de 1 Corintios.

Al elevar la feminidad y desvirtuar la masculinidad, Pablo socava sistemáticamente las normas romanas de masculinidad del siglo primero. Tales normas de masculinidad habrían permitido a algunos de los hombres de mayor estatus entre los creyentes corintios ocupar posiciones de poder que les darían control sobre los miembros de menor estatus de la comunidad.

En lugar de apoyar ese modelo patriarcal, Pablo articula una forma de masculinidad que exigiría a esos hombres de mayor estatus abandonar sus posiciones de poder y ocupar puestos que les situarían en igualdad de condiciones con las mujeres y los hombres cuyos cuerpos e identidades les obligaban a estar al margen de la sociedad. Este movimiento subvierte las formas de masculinidad tóxica o hegemónica que otorgan a unos pocos hombres el poder sobre los cuerpos de los demás. En lugar de una masculinidad tóxica, Pablo ordena a los hombres de su audiencia que encarnen una masculinidad fracasada o subordinada.

Esta masculinidad fallida no sólo imita la propia masculinidad subordinada de Pablo, que se aprecia en su adopción de imágenes femeninas y en su incapacidad para cumplir las normas romanas de masculinidad del siglo I, sino que también respalda la principal razón de Pablo para escribir 1 Corintios al enfrentarse al faccionalismo que amenaza con destruir la comunidad creyente. La visión de Pablo para la comunidad creyente es la de una igualdad que se centra en la imitación del cuerpo crucificado de Jesús, un cuerpo que demuestra que la igualdad, y no la dominación, es el camino hacia el reino de Dios.