Ser generoso: El arte de vivir bien

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Título original:

Being Generous: The Art of Right Living

Contenido del libro:

Este extraordinario librito tiene el poder de sanar y fomentar las relaciones, consolar y dar poder a las personas, crear comunidad y ayudar a salvar el mundo proporcionando una ecología espiritual para nuestra vida cotidiana.

¿Le parece una afirmación atrevida? Lo es, pero también es verdad. Todos podemos ser generosos con nuestro dinero cuando se acerca una ocasión como la Navidad, o cuando se produce un desastre como el tsunami del Boxing Day de 2004. Pero Lucinda Vardey y John Dalla Costa afirman que este tipo de donación segrega la generosidad y la convierte en una actividad especial sólo para momentos especiales. Si de verdad queremos ayudar a este mundo convulso, como individuos debemos investigar otras posibilidades de ser generosos también, ayudando a aquellos con los que nos relacionamos cada día: nuestros hijos, colegas, padres, amigos y los hombres y mujeres sin hogar que encontramos cuando salimos a pasear por nuestras ciudades. Aprendemos que las cuatro palabras más generosas de la lengua inglesa son "Lo siento" y "Gracias". Aprendemos que si preguntamos: "¿Qué necesitas? "nos sorprenderá la facilidad con que podemos prestar ayuda, y cómo un solo acto generoso puede convertirse en algo que circule para incluir a muchos.

Lucinda y John son un matrimonio que se ha comprometido -dicen que "humilde e imperfectamente"- a hacer de la generosidad una práctica central de su vida cotidiana. Lo que ellos denominan su arte de vivir bien, en familia, en el trabajo y en comunidad, es a la vez un modo de ser y un valor que se infiltra en todos los demás. La generosidad les inspira y les guía, y les pone a prueba y les enseña continuamente. Este libro está lleno de historias reales que han recopilado sobre la generosidad en acción. Ser generoso es su regalo a los lectores, escrito para capacitarnos y animarnos a seguir el camino de la generosidad.

Era famosa por su trabajo con los pobres en las calles de Calcuta. Un día, un mendigo se le acercó con una pequeña moneda, sin valor económico para nadie más que para él. Era lo que había ganado en un día largo, caluroso y húmedo, y quería dársela a ella. Ella se preguntó qué hacer. Si ella aceptaba el dinero, él se quedaría sin nada, pero si lo rechazaba, no sólo le haría daño, sino que insultaría su generosidad. Le tendió la mano: él, que nunca había tenido la oportunidad de dar, podía dar a la Madre Teresa. La alegría de su rostro se lo dijo todo.

La lección: Decir que no a lo que te ofrece otra persona le niega la alegría de dar. Aceptar lo que te quieren dar -aunque no lo necesites- es lo que significa practicar la verdadera generosidad.

--de Ser generoso

De la edición en tapa dura.