Schillingsburg Capítulo 2

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Título original:

Schillingsburg: Chapter 2

Contenido del libro:

Justo cuando terminamos las ostras, Amber apareció con otras dos jarras escarchadas de Dixie Draft. Dolph no paraba de hacerme preguntas mientras consumíamos las ostras.

Respondí a la mayoría, aunque evité un par de ellas haciéndole una pregunta a él. Quería evitar cualquier pregunta sobre sexo, religión o política, por ahora. Creía que pronto hablaríamos de todo eso.

Dolph hizo lo mismo.

Acabamos hablando sobre todo de sus negocios y de la empresa que yo estaba creando. Amber llegó acompañada de otro camarero, al que se dirigió como "André", que llevaba una gran bandeja cargada con dos platos, una gran fuente cubierta y una hogaza cubierta de pan francés caliente y untado con mantequilla.

Amber colocó los platos y destapó la fuente, y el aroma más delicioso asaltó mis fosas nasales. Observé un montón de pasta cabello de ángel en una cremosa salsa Alfredo, coronada con gordas gambas gigantes, jugosas ostras y suculentas colas de langosta. Amber sirvió generosas raciones en nuestros platos y ralló queso romano fresco por encima.

Nos preguntó si necesitábamos algo más. Le di las gracias y Dolph le dijo que eso era todo. Ella y André retiraron la bandeja y se fueron.

Dolph destapó el pan caliente con mantequilla y arrancó dos trozos grandes, colocando uno en cada plato. Incliné la cabeza y recé una pequeña oración en silencio.

Cuando abrí los ojos e hice la señal de la cruz, Dolph hizo lo mismo. Comimos. Me sentí como si hubiera muerto y hubiera ido al cielo.

Le dije: "Dolph, esto es fabuloso, tu chef es un genio".

Sonrió, me dio las gracias y terminamos de comer entre charlas. Amber y Andre' reaparecieron y, una vez hubieron recogido la mesa, Dolph y yo seguimos charlando. Al poco rato, Amber regresó con dos tazas humeantes de café con leche y un plato grande de budín de pan con salsa de ron, y dos cucharas.

No estaba segura de poder comer otro bocado hasta que Dolph cogió una cuchara, la mojó en el pudin de pan y me la ofreció. Le miré a los ojos y abrí la boca.