Salvar al mundo de la guerra nuclear: la concentración por el desarme del 12 de junio de 1982 y más allá

Título original:

Saving the World from Nuclear War: The June 12, 1982, Disarmament Rally and Beyond

Contenido del libro:

Examina cómo la manifestación del 12 de junio de 1982 a favor del desarme nuclear allanó el camino a una nueva generación de activistas.

El 12 de junio de 1982, un millón de personas llenaron las calles de Nueva York y se concentraron en Central Park para mostrar su apoyo a la Segunda Sesión Especial de las Naciones Unidas sobre Desarme. Exigieron el fin de la carrera armamentística nuclear y pidieron que se sustituyeran los fondos militares por dinero destinado a las necesidades humanas. En The Last Dance, Vincent Intondi explora esta manifestación desde sus inicios, pasando por los meses de organización, reclutamiento y planificación, hasta el histórico día mismo. Los líderes del movimiento se vieron obligados a enfrentarse a la administración Reagan, a diferencias ideológicas, al racismo, a la homofobia y a la misoginia para sacar adelante lo que se convirtió en la mayor manifestación pacifista de la historia de Estados Unidos.

Aunque el desarme nuclear se ha considerado normalmente un asunto de blancos de clase media, Intondi demuestra que el movimiento por el desarme nuclear era mucho más diverso de lo que se pensaba. Los grupos que representaban a los afroamericanos, las mujeres y la comunidad LGBTQ eran todos activos durante este periodo, y se encontraban entre los principales organizadores de la manifestación del 12 de junio.

A partir de material de archivo y entrevistas con los organizadores y activistas de la concentración de aquel día en Central Park, Intondi lleva al lector a un viaje por el apogeo de la Guerra Fría y muestra cómo un millón de personas se unieron para exigir el fin de la carrera armamentística. Aunque la amenaza de una guerra nuclear persiste hoy en día, esta concentración histórica contribuyó a que la administración Reagan cambiara de rumbo en materia de armas nucleares y allanó el camino a una nueva generación de activistas comprometidos con salvar al mundo de la aniquilación nuclear.