Rutilio Grande: Una mesa para todos

Opiniones de los lectores

El libro ofrece una profunda reflexión sobre la vida y el impacto de Rutilio Grande, sacerdote jesuita cuyo asesinato desencadenó un importante cambio social en El Salvador. Entrelaza temas de fe, política y el contexto histórico de la teología de la liberación.

El libro recibe elogios por ser una inspiradora introducción a un santo de nuestros días, con una prosa bien escrita y generosos detalles. Los críticos aprecian la profundidad de la reflexión sobre las consecuencias políticas y sociales de las acciones de Grande y el peso emocional de su historia. Aporta valiosas ideas sobre las motivaciones y las luchas tanto de Rutilio Grande como del arzobispo Óscar Romero.

Algunos lectores se sintieron decepcionados, ya que esperaban una biografía exhaustiva de Rutilio Grande, pero sólo encontraron una pequeña parte del libro centrada en su vida. Lo criticaron por ser más una historia reciente de El Salvador o una apología que una biografía detallada.

(basado en 4 opiniones de lectores)

Título original:

Rutilio Grande: A Table for All

Contenido del libro:

En Rutilio Grande: una mesa para todos, la veterana periodista Rhina Guidos explora la inspiradora vida y ministerio del sacerdote salvadoreño cuyo asesinato cambió la Iglesia de El Salvador y la vida de su íntimo amigo, el miembro más destacado de la Iglesia del país, el arzobispo Óscar Romero.

Nacido en una aldea rural y pobre rodeada de campos de caña de azúcar en El Salvador, Grande estudió en Europa y América Latina como miembro de la Compañía de Jesús. Aunque se encontró en la comodidad del mundo académico, lo abandonó para volver a la periferia del mundo rural y sus gentes.

Inspirado por las enseñanzas del Concilio Vaticano II y una importante reunión de obispos en Medellín (Colombia), se propuso, junto con un equipo, enseñar a los pobres a leer, a defender sus derechos y a denunciar las injusticias perpetradas por el gobierno. El brutal asesinato de Grande en 1977, bajo una lluvia de disparos, supuso el primer asesinato notorio de un miembro de la Iglesia católica durante el conflicto civil de El Salvador, pero lo convirtió en uno más de la larga lista de mártires católicos salvadoreños.