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Stolen Roses
No cabía duda. La leyó varias veces. La nota lo decía todo y, sin embargo, no decía nada. Nunca pensó que su corazón pudiera sentir tanto dolor. Se habían hecho planes. Él era su roca. Había estado allí desde que ella tenía cinco años. Crecer y compartir sueños, esperanzas y metas se había convertido en su momento especial juntos. Cayó al suelo del granero llorando. ¿Qué iba a hacer? ¿Cuál sería el siguiente paso? Las lágrimas seguían brotando. ¿Cómo iba a poder? Nunca le perdonaría. Su corazón se había roto en mil pedazos. Se levantó. Se secó las lágrimas. Arrugó la nota y lo que él había puesto dentro. Se metió ambas cosas en el bolsillo trasero de los vaqueros. Este era su lugar. A partir de ese momento, su amor permanecería oculto.
Evergreen abandonó el granero. Sin pensárselo dos veces. Sin vuelta atrás.
Para que ella cumpliera su sueño, él sabía lo que había que hacer. Se había tomado su tiempo al escribir la nota. Sabía que ella soñaba con viajar y convertirse en artista de música country. Le echó la culpa a él. Le habían aceptado en la universidad para estudiar medicina. No había forma fácil de decirlo. Uno de los dos tenía que mover ficha. Lo mejor sería que fuera él. No quería que ella supiera lo que sentía por ella. Eso los frenaría a cada uno y no quería que ella pensara en esas infames palabras "¿y si...? No quería ser su "¿y si...?". "Colocó la nota manuscrita y el regalo especial debajo del fardo de heno. Sabía que éste sería el lugar donde ella se detendría. Hizo una pausa y miró a su alrededor. Los momentos y los recuerdos vividos nunca se borrarían.
Landon abandonó el granero. Sin segundas intenciones. Sin vuelta atrás.
La rosa, el viaje, la canción: Rosas robadas.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)