Righteous Revolutionaries: Moralidad, movilización y violencia en la formación del Estado chino

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Título original:

Righteous Revolutionaries: Morality, Mobilization, and Violence in the Making of the Chinese State

Contenido del libro:

Righteous Revolutionaries ilustra cómo los Estados apelan a la moralidad popular -comprensión compartida del bien y el mal- para forjar nuevas identidades de grupo y movilizar la violencia contra las amenazas percibidas a su autoridad.

Jeffrey A. Javed examina la movilización masiva de la violencia por parte del Partido Comunista Chino durante su campaña de reforma agraria a principios de la década de 1950, uno de los esfuerzos de construcción del Estado más violentos y exitosos de la historia.

Utilizando una serie de novedosos datos históricos de archivo, documentales y cuantitativos, este libro ilustra que la campaña de reforma agraria de China no se limitó a la redistribución económica, sino que formó parte de un esfuerzo más amplio y brutalmente violento de construcción del Estado para deslegitimar a los rivales internos del nuevo partido-estado y establecer su autoridad moral. Righteous Revolutionaries sostiene que el Partido-Estado chino eliminó simultáneamente las amenazas percibidas a su autoridad en las bases y reforzó su legitimidad mediante un proceso denominado movilización moral. Este proceso de movilización creó una frontera moral que designaba un endogrupo virtuoso de "las masas" y un extragrupo demonizado de "enemigos de clase", movilizó a las masas para que participaran en la violencia contra este extragrupo ampliamente definido y reforzó esta frontera simbólica haciendo a las masas cómplices de la violencia estatal.

Righteous Revolutionaries muestra cómo podemos encontrar rastros de movilización moral en la China actual bajo el gobierno de Xi Jinping. En una época en la que los Estados y los políticos utilizan regularmente las emociones morales como arma para fomentar el conflicto y la violencia intergrupal, comprender la dinámica de la movilización violenta y la autoridad estatal es más relevante que nunca.