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Praying Naked
A través de un lenguaje a la vez reverente y temerario, la primera colección de Katie Condon convierte el cuerpo en un himno. Praying Naked es el Edén en plena caída, la carne de la manzana dulce como el sexo.
En esta colección, Dios es un coqueto desesperado y peligroso, las madres mueren y resucitan, y los amantes decepcionados corren como locos hacia los márgenes. Con fanfarronería sin esfuerzo y candor confesional, Condon desnuda la emoción de la lujuria y su posterior vergüenza.
En poemas rebosantes del "deseo / de ser deseada" por los hombres, por Dios, por otras mujeres amantes, por una misma, describe un mundo en el que las flores silvestres están cubiertas de ceniza y los dormitorios oscuros parpadean con la luz azul del anhelo. La hablante implora como una herida sin desvestir: "¿es malo sentir un tipo de belleza herida? "Extasiado e incisivo, Praying Naked es un audaz reconocimiento sexual y espiritual de un nuevo poeta que corta la respiración.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)