Reyes y conquistadores: El imperio americano de España

Título original:

Kings and Conquistadors: Spain's American Empire

Contenido del libro:

El imperio americano de España comenzó como una consecuencia fortuita de la búsqueda de un atajo hacia China. Esa búsqueda derivó de dos acontecimientos de mediados del siglo XV: la decisión de la dinastía Ming de adoptar un patrón de plata como medio de cambio y la toma de Constantinopla por los turcos otomanos en 1453. La gran demanda china de plata y la interrupción de la Ruta de la Seda impulsaron la necesidad de encontrar un acceso alternativo a China. El rey Juan II de Portugal envió exploradores hacia el sur, a lo largo de la costa de África y de allí a Oriente, pero Fernando e Isabel enviaron a Cristóbal Colón hacia el oeste, creyendo que encontraría una ruta más corta.

Un persistente aunque desordenado empuje de los conquistadores españoles condujo al descubrimiento de civilizaciones hasta entonces desconocidas, entre ellas los imperios de los aztecas y los incas. La búsqueda de un atajo hacia China se vinculó a la incautación de las riquezas que poseían las poblaciones nativas. Aunque los conquistadores eran muy superiores en número, su tecnología superior -espadas de acero, armaduras, caballos de guerra y armas de fuego-, junto con las enfermedades que les acompañaban, les permitió someter a los pueblos nativos americanos y confiscar sus riquezas.

El período posterior estuvo plagado de complicaciones y conflictos. Los gobernadores nombrados por la Corona entraron en conflicto con los conquistadores. Las distancias eran grandes y los gobernadores tendían a anteponer sus intereses a los del rey. Cortés conquistó a los aztecas a pesar de los intentos del gobernador por impedir su campaña. Las interferencias burocráticas entorpecieron la campaña de Francisco Pizzaro contra los incas, que, no obstante, contribuyó más a la riqueza de su país que las hazañas de cualquier otro conquistador. En última instancia, la inmensa riqueza de las Américas alimentaría a España y a su Imperio durante casi dos siglos.