Revelación divina y liberación humana

Título original:

Divine Revelation and Human Liberation

Contenido del libro:

Harry H.

Singleton se ocupa en esta obra de las distintas formas en que blancos y negros han vivido la historia de Estados Unidos y, por consiguiente, de la manera en que han configurado la comunicación de Dios a los seres humanos, lo que antes se denominaba revelación. Este libro defiende que, mientras los líderes cristianos blancos han arraigado la revelación de Dios en una humanidad negra intrínsecamente inferior o en una fe cristiana vacía de sufrimiento negro, los teólogos negros han arraigado esa misma revelación en la difícil situación de los pueblos oprimidos en general y de los negros en particular, es decir, que la esencia de Dios se encuentra en la lucha por la liberación humana.

Con claridad y pasión, el profesor Singleton se basa en los tratamientos de la revelación de los teólogos blancos más célebres para demostrar que la empresa teológica cristiana ha vinculado por intención y efecto la revelación de Dios con la inferioridad negra. Los teólogos negros, por su parte, han contraatacado buscando una visión más liberadora de la humanidad negra defendiendo que el Dios de la Biblia interviene en última instancia en contextos de opresión humana no para perpetuarlos, sino para destruirlos. En este sentido, Singleton empuja al lector a la conclusión de que, aunque los tratamientos de la revelación entre teólogos blancos y negros han sido tan diferentes como sus historias vividas, el objeto de la revelación ha sido el mismo: ¡la humanidad de los negros!

Así, Singleton expone el audaz argumento de que la lucha racial en América no sólo ha sido una lucha histórica por determinar la humanidad de los negros, sino también una lucha teológica por determinar la humanidad de los negros. Pero lejos de permanecer objetivo, Singleton toma el camino liberador para la humanidad negra y se abre paso a través de las páginas de esta obra buscando un nuevo paradigma para la revelación que ya no sitúa a Dios en la intersección del encuentro blanco-negro como un condonador del racismo o como un observador desinteresado en la lucha racial, sino más bien como una luz eterna cuya propia naturaleza se ve en la búsqueda continua de la liberación humana.