Responding to Catastrophes: U.S. Innovation in a Vulnerable World
La incidencia y gravedad de las catástrofes en todo el mundo van en aumento.
Este estudio sostiene que Estados Unidos debe priorizar y centrar sus esfuerzos y asumir un papel más firme en la respuesta a las catástrofes para salvaguardar sus intereses y promover la estabilidad mundial. La gestión humanitaria de las catástrofes debe reconocerse como una cuestión que afecta a los intereses y valores fundamentales de Estados Unidos.
La capacidad -y, cada vez más, la propensión- de las catástrofes «naturales» a convertirse en «emergencias complejas» subraya por qué resulta inadecuado separar las catástrofes «naturales» de las «provocadas por el hombre» en los debates sobre crisis mundiales. Con frecuencia, las decisiones humanas agravan los efectos de los agentes causantes de las catástrofes, como ocurre, por ejemplo, cuando los terremotos arrasan zonas que, o bien no deberían haber sido pobladas en un principio, o bien deberían haber sido acondicionadas una vez que se puso de manifiesto la vulnerabilidad de la zona. En este sentido, todas las catástrofes son «obra del hombre», y la dicotomía entre actos de guerra y actos de Dios es en gran medida falsa.
Desgraciadamente, las organizaciones de respuesta ante catástrofes -tanto en Estados Unidos como en el extranjero- no han incorporado mayoritariamente este pensamiento a sus prácticas. Responder a las catástrofes trata de integrar la reflexión sobre la naturaleza de las catástrofes -y la respuesta ante ellas- en el proceso de toma de decisiones de los responsables políticos.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)