Réquiem por la realidad: Teócratas críticos de la raza y distopía de la justicia social

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Título original:

Requiem for Reality: Critical Race Theocrats and Social Justice Dystopia

Contenido del libro:

La Teoría Crítica de la Raza, como la mayoría de las ideologías que la precedieron, promete un paraíso terrenal basado en una revolución incesante, pero en lugar de cumplir esta promesa, produce un infierno terrenal que se hace eco del nihilismo interior de la vida moderna. Los movimientos contemporáneos de justicia social, al igual que el progresismo, el New Deal y los demócratas sureños posteriores a la Guerra Civil, someten a los occidentales a la esclavitud en lugar de cumplir la promesa de libertad ilimitada.

Réquiem por la realidad responde a los crecientes cambios pendulares de nuestra época. Estos acontecimientos consumen e indignan a la nación. Estos cambios ofrecen un desconcertante conjunto de afirmaciones basadas en la presunción de que la raza y otras formas de identidad humana explican todas las formas de disparidad y desigualdad. Frente a tales afirmaciones, es crucial distinguir entre una narrativa del desarrollo y una narrativa de los prejuicios a la hora de explicar la disparidad étnica. La narrativa del desarrollo se basa en datos que a menudo arrojan hechos desagradables. Los hechos demuestran que los estadounidenses de origen asiático, así como los negros de las Indias Occidentales, suelen obtener mejores resultados que los estadounidenses de raza blanca en cuanto a escolarización, renta per cápita e índices de delincuencia. De hecho, los sirio-americanos, coreano-americanos, indonesio-americanos, taiwanés-americanos y filipino-americanos tienen una renta familiar media significativamente superior a la de los blancos y mejores resultados en los exámenes, menores tasas de encarcelamiento y mayor esperanza de vida. Ajena a estos hechos, la narrativa tendenciosa, en cambio, se basa en la tesis del "privilegio blanco", que sugiere que sólo importa la raza. Saliendo a la superficie desde el pozo tóxico de la ideología, la narrativa de los prejuicios hace hincapié en la afirmación racista de que los afroamericanos son el único grupo étnico del mundo que no puede tener éxito en condiciones menos que ideales.

Separada de hechos importantes, esta narrativa suele sustituir las nociones comunes de verdad y realidad por certezas neopaganas absolutas originadas en un mundo imaginario. Como tal, la tesis del "privilegio blanco", en lugar de mejorar las condiciones de los afroamericanos y otros, ofrece un sueño utópico que amenaza con convertirse en una pesadilla nacional. La búsqueda urgente de la utopía refleja tendencias que son en gran medida antropológicas, sociológicas y más espirituales que políticas. Responder a estos desarrollos, que han dado lugar a reivindicaciones de victimismo dentro de las categorías de género y transexualidad, requerirá algo más que argumentación, análisis racional, lógica superior o incluso la inauguración de un Juez de la Horca. Requerirá valentía porque, de lo contrario, el pronóstico del Presidente Mao, según el cual hay un gran desorden bajo el cielo y la situación es excelente, puede hacerse realidad aquí igual que ya se ha hecho realidad en China.