Replanteamiento de la política federal de vivienda: Cómo hacer que la vivienda sea abundante y asequible

Título original:

Rethinking Federal Housing Policy: How to Make Housing Plentiful and Affordable

Contenido del libro:

A pesar de la reciente caída de los precios de la vivienda, sigue siendo inasequible para muchos estadounidenses de a pie. Sobre todo en la costa, la vivienda sigue siendo extremadamente cara.

En Rethinking Federal Housing Policy: How to Make Housing Plentiful and Affordable, Edward L. Glaeser y Joseph Gyourko explican por qué la vivienda es tan cara en algunas zonas y esbozan un plan para hacerla más asequible. Los responsables políticos deben reconocer que las condiciones difieren según los mercados inmobiliarios, por lo que las políticas de vivienda deben reflejar esas diferencias.

Los pobres y la clase media no se enfrentan a los mismos problemas de asequibilidad, por lo que la política de vivienda debe abordar cada problema de forma diferente.

Los pobres no pueden permitirse una vivienda simplemente porque sus ingresos son bajos; la solución a ese problema son las transferencias directas de ingresos a los pobres, en lugar de interferir en el mercado de la vivienda. Por el contrario, la vivienda es inasequible para la clase media debido a las restricciones locales a la construcción de nuevas viviendas que limitan la oferta de viviendas adecuadas.

El gobierno federal puede abordar con sensatez este problema ofreciendo incentivos a los gobiernos locales de estos mercados para que permitan una mayor construcción. Irónicamente, las subvenciones actuales para la construcción de viviendas para personas con bajos ingresos sólo vinculan a los estadounidenses empobrecidos a zonas en las que sus perspectivas de empleo son limitadas. Estas subvenciones a la oferta también desplazan la construcción del sector privado y benefician a promotores con conexiones políticas.

Las deducciones por intereses hipotecarios, que pretenden hacer la vivienda más asequible para la clase media, simplemente permiten a las familias que ya pueden permitirse una casa comprar una más grande. En los mercados restringidos y acomodados, estas deducciones aumentan la cantidad que las familias pueden pagar por una casa, haciendo que los precios suban aún más. Glaeser y Gyourko proponen una revisión integral de la política federal de vivienda que tenga en cuenta la normativa y las condiciones económicas locales.

La reforma de la deducción de los intereses hipotecarios proporcionaría incentivos a los gobiernos locales para permitir que el mercado proporcione más viviendas, evitando la un.