Puntuación:
El libro es un estudio fascinante y bien documentado sobre las intersecciones entre religión y sexualidad, que emplea un enfoque multidimensional que incluye perspectivas de la psicología, la sociología y la sexología. Ofrece comparaciones históricas que atraen a los lectores interesados en comprender la evolución de estos temas.
Ventajas:⬤ Fascinante y exhaustiva exploración de la sociología y la religión
⬤ excelente investigación
⬤ enfoque multidimensional
⬤ perspicaces comparaciones históricas
⬤ atractivo para los curiosos de la psicología del sexo y la religión.
⬤ Algunas lagunas en la exactitud histórica pueden llenarse con suposiciones
⬤ carece de comentarios modernos desde varias perspectivas, como clérigos o no religiosos
⬤ una reseña era de alguien que no leyó el libro.
(basado en 7 opiniones de lectores)
Religion and Sex: Studies in the Pathology of Religious Development
A pesar de todo lo que se ha hecho para aplicar los principios científicos a las ideas religiosas, aún queda mucho por hacer. En general, la ciencia sólo se ha ocupado del tema de la religión en sus formas más normales y regularizadas. El último medio siglo ha producido muchos estudios elaborados y fructíferos sobre el origen de las ideas religiosas, mientras que la mitología comparada ha mostrado una relación estrecha y sugestiva entre credos y símbolos que antes se creía que no tenían nada en común.
Pero más allá de estos campos de investigación hay al menos otro al que hasta ahora se le ha negado la atención que merece. Cuando el antropólogo ha descrito las condiciones de la cultura primitiva en medio de las cuales cree que se originaron las ideas religiosas, y el mitólogo comparativo nos ha mostrado las similitudes e interrelaciones de credos muy separados, las creencias religiosas todavía tienen que someterse a la prueba de una psicología científica, cuya función es determinar hasta qué punto se aplican los mismos principios a todas las fases de la vida mental, sean religiosas o no.
Por otra parte, además de la vida psíquica normal del hombre, existe esa vasta zona fronteriza en la que lo normal se funde con lo anormal, y el estado sano con el patológico. Que existe una fisiología de la religión es algo generalmente admitido, pero que también existe una patología de la religión no es algo tan generalmente reconocido. La presente obra pretende hacer hincapié en este último aspecto. No pretende ser más que un esbozo del tema, un mapa esquemático de un territorio que otros pueden completar más.
Desde otro punto de vista, las páginas que siguen pueden considerarse como un intento de aplicar de forma más completa los principios científicos a las creencias religiosas. Y sería ocioso esperar que tal intento pudiera hacerse sin incurrir en muchas críticas hostiles. En relación con la mayoría de los demás temas, la ayuda de la ciencia es bienvenida; en relación con la religión, la ciencia sigue siendo considerada más o menos como una intrusa, que profana un tema sagrado con pruebas vulgares e investigaciones impertinentes.
Esto es casi inevitable cuando uno tiene que enfrentarse a la oposición de miles de hombres que han sido formados para considerarse a sí mismos como los exponentes autorizados de todo lo que concierne a la religión, pero cuya formación no les proporciona un auténtico equipamiento científico. Sin embargo, debe quedar claro que una actitud de hostilidad hacia la ciencia, velada o abierta, no puede mantenerse.
La mera autoridad ha caído en desgracia, y en todas direcciones está siendo libremente desafiada. Cada vez hay más aversión a los sistemas de pensamiento que rehuyen el examen y a las conclusiones que no pueden resistir la investigación más rigurosa. Y si la ciencia tiene realmente algo valioso que decir sobre esta cuestión, no puede permanecer callada para siempre. Tarde o temprano se sentirá la necesidad de su ayuda, y la autoridad autoelegida de un orden deberá ceder.
Además, es imposible que la ciencia, con su pretensión, a veces declarada, pero siempre implícita, de abarcar toda la vida, renuncie a un territorio tan amplio como el de la religión. No cabe duda de que la religión ha desempeñado y sigue desempeñando un papel importante en la vida de la humanidad. Cualquiera que sea la naturaleza de la religión, la ciencia está obligada a ocuparse de ella o confesar que su tarea principal es inútil.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)