Religión práctica: Clásicos de Burkholder Media

Opiniones de los lectores

Las reseñas expresan una gran insatisfacción con la calidad y el formato del libro, a pesar de reconocer la fuerza del contenido de Ryle. Se critica la mala impresión, la falta de organización y la presentación general del libro.

Rico contenido de Ryle; se aprecia su escritura.

Mala calidad de impresión, sin números de página ni indicadores de sección, mal formato, falta de organización, difícil de utilizar como referencia.

(basado en 4 opiniones de lectores)

Título original:

Practical Religion: Burkholder Media Classics

Contenido del libro:

El presente volumen contiene una serie de artículos sobre "religión práctica", y trata de los deberes diarios, peligros, experiencias y privilegios de todos los que profesan y se llaman a sí mismos verdaderos cristianos. Leído conjuntamente con otra obra que he publicado anteriormente, titulada "Santidad", creo que arrojará alguna luz sobre lo que todo creyente debe ser, hacer y esperar.

El punto de vista que he tratado de ocupar, de principio a fin, es el de un hombre de la Iglesia Evangélica. Lo digo deliberada y enfáticamente. Soy plenamente consciente de que el eclesiástico evangélico no es popular ni aceptable en nuestros días.

Es despreciado por muchos, y no tiene "forma ni belleza" a sus ojos.

Confesar la adhesión a los puntos de vista evangélicos, en algunos sectores, es provocar una burla, y traerse el reproche de ser un "hombre inculto e ignorante". Pero nada de esto me conmueve.

No me avergüenzo de mis opiniones. Después de cuarenta años de lectura de la Biblia y oración, meditación y estudio teológico, me encuentro más aferrado que nunca a la religión "evangélica", y más satisfecho que nunca con ella. Se lleva bien: resiste el fuego.

No conozco ningún sistema religioso que sea mejor. En su fe he vivido durante un tercio de siglo, y en su fe espero morir. La pura verdad es que no veo otro terreno que ocupar, y no encuentro otro descanso para la planta de mi pie.

No pretendo ser infalible y no deseo ser juez de nadie. Pero cuanto más vivo y leo, más convencido y persuadido estoy de que los principios evangélicos son los principios de la Biblia, de los Artículos y del Libro de Oración, y de los principales teólogos de la Iglesia reformada de Inglaterra.

Sosteniendo estos puntos de vista, no puedo escribir de otra manera. Ahora envío este volumen con una ferviente oración para que Dios el Espíritu Santo lo bendiga y lo haga útil y provechoso para muchas almas. (Del Prefacio)