Reflexiones psicoanalíticas: Formación y práctica

Título original:

Psychoanalytic Reflections: Training and Practice

Contenido del libro:

Mi amigo Peter Shabad cita a Soren Kierkegard, quien dijo que la vida sólo puede entenderse hacia atrás, pero debe vivirse hacia adelante. Al pensar en los artículos que componen este volumen, veo temas que tardaron mucho tiempo en cuajar en mi mente. Por ejemplo, escribí artículos sobre la esperanza, el coraje y la integridad del analista mucho antes de que surgieran en mi mente como "valores clínicos" y formaran el núcleo de mi primer libro.

¿Cómo creamos cada uno de nosotros una forma de pensar sobre el tratamiento que resuene personalmente? Creo que la mayoría de las personas que sólo han recibido formación de posgrado aún no han desarrollado lo que yo llamaría su estilo propio. Pueden tener muchos estilos o técnicas que han aprendido. Pero, a menudo, no tienen una identidad clínica, un núcleo de creencias firmemente arraigadas sobre lo que es importante para ellos en el trabajo que hacen. La formación de postgrado es un lugar para desarrollar esas creencias. Para mí, la mayor parte del trabajo en cualquier tarea de construcción de identidad se logra a través de contrastes. Al ver lo que ocurre en casa de su amigo, el niño de diez años comprende que la forma de funcionar de sus padres no es la única posibilidad. Del mismo modo, en la formación, al escuchar cómo piensan sobre el tratamiento distintos profesores y supervisores, podemos examinar, validar y modificar nuestras creencias básicas sobre el trabajo y, finalmente, forjar ese estilo propio. Este estilo no nos dice lo que tenemos que decir en ninguna sesión. Afortunadamente, nada puede hacerlo. El tratamiento siempre tiene que seguir siendo una respuesta viva a momentos reales con otra persona. Nunca puede reducirse a fórmulas, recetas, manuales o frases preprogramadas.

Cada uno de nosotros busca, durante toda su carrera, lo que realmente ayuda a los demás a tener una vida más rica. Para mí, el poeta Rilke es quien mejor ha captado lo que hace que nuestro trabajo sea tan duro y merezca tanto la pena. En sus Cartas a un joven poeta (pp. 23-24), Rilke dice: "... en el fondo, y justo en las cosas más profundas e importantes, estamos indeciblemente solos, y para que una persona pueda aconsejar o incluso ayudar a otra, tienen que pasar muchas cosas, tienen que ir bien muchas cosas, tiene que salir bien toda una constelación de cosas para que una vez tenga éxito".