Rebelión contra Enrique VIII: Auge y caída de una dinastía

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Título original:

Rebellion Against Henry VIII: The Rise and Fall of a Dynasty

Contenido del libro:

Incluso los soberanos más queridos se enfrentaron a momentos de desorden y perturbación en algún momento de su reinado. La forma en que respondieron a esos periodos es lo que les convirtió en grandes o débiles monarcas. Y lo que es más importante, es lo que sigue haciendo que sus reinados sean fascinantes para historiadores y narradores. En esto, Enrique VIII, posiblemente el gobernante más famoso -o infame- de Inglaterra, no fue diferente de los demás.

Egoísta, testarudo, lujurioso e impulsivo, Enrique VIII sembró el desorden y el caos en su país, sentó las bases de la Iglesia Anglicana e inició el proceso de transformación de una pequeña isla azotada por el viento frente a las costas de Europa en un poderoso Imperio, como nunca antes se había visto en el mundo.

Esta nueva perspectiva del reinado y el legado de Enrique VIII lleva a los lectores en un viaje a través de los momentos clave de agitación y rebelión abierta. Conocemos los acontecimientos cataclísmicos que fueron catalizadores de desórdenes y disturbios para el público en general, y viajamos a través de los casos de rebeliones abiertas como la Peregrinación de Gracia de 1536, uno de los levantamientos más significativos del siglo XVI, no sólo para el propio Enrique sino para cualquiera de los grandes monarcas Tudor. Por último, pero no por ello menos importante, veremos cómo la guerra perturbó la paz del tumultuoso reinado de Enrique con la rebelión de Rhys ap Gruffydd en Gales, la invasión escocesa y la revuelta de Silken Thomas en Irlanda.

El reinado de Enrique VIII comenzó con la alegre celebración de la llegada de un nuevo y brillante rey y terminó con el terror generalizado ante los desvaríos de un señor psicótico. Al centrarnos en las rebeliones contra Enrique VIII, echamos nuevos ojos sobre su carácter y obtenemos una fascinante visión de las vidas de los hombres y mujeres Tudor durante los turbulentos treinta y nueve años de su reinado.