Jim Harlan tuvo que atravesar con raíles un ferrocarril por algunas de las tierras más salvajes de Nuevo México, pero los ganaderos de la cuenca del Magdalena tenían un trabajo aún más duro.
Tenían que intentar detenerlo. Lo que Harlan sabía de ferrocarriles lo llevaba colgado del cinturón, pero era más que suficiente.
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Última modificación: 2024.11.14 07:32 (GMT)